Confiéselo estimado lector. Por lo menos alguna vez lo gritó (o lo susurró para sus adentros). Por lo menos alguna vez, ante la confesión sensible, ante la emergencia de su lado “menos masculino”, usted no supo como evitar el bochorno y para salir del paso encontró el escape en el humor homofóbico, en el gritito que canalizó todo el aire que se le escapaba, y en una milésima de segundo, se sintió libre, se soltó las trenzas y soltó un eterno “Sauuuuuuuuuu”.
¿Se ha preguntado, estimado amigo, el origen de aquél sonido onomatopéyico? ¿A quien se le ocurrió por primera vez juntar esas letras y darle el sentido estricto e inconfundible que tiene en la actualidad? Investigaciones recientes rastrean el uso del “sau” hacia los finales del siglo XX, en paralelo con el final del fujimorismo (ver: Delacroix Cisneros, Chanti y Quique Galindo Portocarrero Paúcar. El Sau y la lucha contra el Chino Rata y sus bombas lacrimógenas para cholos. Lima: Estornudo, 2009). Para dichos autores, el “sau” expresa el goce producto de la transgresión criolla y da cuenta del Monte-cinismo a un nivel de relaciones de género, donde el “marginal sexual desborda la otredad” (sic). El documento se basa en los estudios teóricos sobre cultura popular de Susana Monique Ardito Alfaro. Buscando un cholo. (O por qué no soporto al novio brownie de mi hija). Psicoanálisis lacaniano y buen gusto. Lima: Tulita Cartonera, 1992-Abril-5.
Sin embargo, siguiendo enfoques de filología contemporánea, proponemos una interpretación alternativa del origen de esta palabra. Luego de un trabajo de campo con cooperantes europeas en algunos pubs “de ambiente” de Lima y en ONGs, rastreamos el uso extensivo del término a partir del ícono de la cultura marginal Fulvio Carmelo, quien introdujo (sauuuuuuu…perdón) el lenguaje záfara al habla cotidiana (“chíziri cózoro, cázara brózoro”). No contentos con nuestros primeros hallazgos, continuamos la exploración en archivos y fuentes secundarias. Creemos haber encontrado el origen del “sauuuu”: los coros marginales (tenía que ser) de Locovox, hit musical del grupo Locomía. Si usted pone atención a las voces de acompañamiento (mientras se hacia el estudio fue difícil no sentirse atraído ni seducido por los movimientos de cadera de Francesc, Carlos, Juan Antonio y Manolo ….comprendemos si le sucede lo mismo), el “sauuuuu” aparece por doquier. Para futuras investigaciones se empleará la metodología hermeneútica en el análisis de Rumba, Samba, Mambo y Gorbachov. Así, estimado lector, la próxima vez que caiga en ese gritito, Usted no podrá evitar recordar a los chicos de Ibiza y a sus abanicos.
¿Se ha preguntado, estimado amigo, el origen de aquél sonido onomatopéyico? ¿A quien se le ocurrió por primera vez juntar esas letras y darle el sentido estricto e inconfundible que tiene en la actualidad? Investigaciones recientes rastrean el uso del “sau” hacia los finales del siglo XX, en paralelo con el final del fujimorismo (ver: Delacroix Cisneros, Chanti y Quique Galindo Portocarrero Paúcar. El Sau y la lucha contra el Chino Rata y sus bombas lacrimógenas para cholos. Lima: Estornudo, 2009). Para dichos autores, el “sau” expresa el goce producto de la transgresión criolla y da cuenta del Monte-cinismo a un nivel de relaciones de género, donde el “marginal sexual desborda la otredad” (sic). El documento se basa en los estudios teóricos sobre cultura popular de Susana Monique Ardito Alfaro. Buscando un cholo. (O por qué no soporto al novio brownie de mi hija). Psicoanálisis lacaniano y buen gusto. Lima: Tulita Cartonera, 1992-Abril-5.
Sin embargo, siguiendo enfoques de filología contemporánea, proponemos una interpretación alternativa del origen de esta palabra. Luego de un trabajo de campo con cooperantes europeas en algunos pubs “de ambiente” de Lima y en ONGs, rastreamos el uso extensivo del término a partir del ícono de la cultura marginal Fulvio Carmelo, quien introdujo (sauuuuuuu…perdón) el lenguaje záfara al habla cotidiana (“chíziri cózoro, cázara brózoro”). No contentos con nuestros primeros hallazgos, continuamos la exploración en archivos y fuentes secundarias. Creemos haber encontrado el origen del “sauuuu”: los coros marginales (tenía que ser) de Locovox, hit musical del grupo Locomía. Si usted pone atención a las voces de acompañamiento (mientras se hacia el estudio fue difícil no sentirse atraído ni seducido por los movimientos de cadera de Francesc, Carlos, Juan Antonio y Manolo ….comprendemos si le sucede lo mismo), el “sauuuuu” aparece por doquier. Para futuras investigaciones se empleará la metodología hermeneútica en el análisis de Rumba, Samba, Mambo y Gorbachov. Así, estimado lector, la próxima vez que caiga en ese gritito, Usted no podrá evitar recordar a los chicos de Ibiza y a sus abanicos.
(Compruébelo Usted mismo en el video).
Un gran hallazgo, una gran contribucion.
ReplyDeleteOye, ¿y Jake Gyllenhaal? Chaque sigo esperando. Pfffffff.
ReplyDeleteMe he reido como loco. Viva la sociología pitu-progre-postCVR!!!
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