Wednesday, July 1, 2009

La Revolución y El Boxeador

En una clase de estadísticas del programa de ciencia política en una universidad norteamericana, el profesor y siete alumnos discuten como aplicar una encuesta para estudiar “compra de votos” y clientelismo en un país cualquiera. Revisando el calendario electoral quedaba Venezuela y Nicaragua como posibles países donde aplicar el “list experiment”. El azar jugó a favor de este último. También al mío. Dos meses después de mi primer viaje a ese país, regresaba a Nicaragua, a la casa de los buenos amigos, y a las interminables conversaciones sobre revoluciones, sobre sandinistas y contras, sobre heridas y memorias, sobre poetas y narradores, y también sobre un boxeador.

Camilo y Miguel pasaron por mí alrededor del medio día. Sabíamos que Alexis iba a salir aquella tarde a realizar actividades proselitistas a favor de su candidatura a la alcaldía de Managua. Recorrimos la capital. Nos deteníamos en las rotondas a conversar con sus seguidores que aguardaban su arribo. El entusiasmo desbordaba. Las encuestas no eran favorables a la candidatura del ex boxeador, pero había mucha confianza en que los resultados del domingo le darían la victoria. Alexis había alcanzado la gloria en los cuadriláteros, las medallas de campeón mundial que colgaban de su cuello daban fe del status de ídolo nicaragüense al que había llegado, una suerte de Maradona centroamericano a quien se le perdonaba todos sus “excesos”. Ahora Alexis, siempre polémico, se vestía del rojo y negro distintivos del FSLN, y salía a las calles a la búsqueda de otro tipo de victoria, la electoral.

Aquella tarde logramos cruzarnos con El Boxeador, encabezando una caravana seguida de cientos de simpatizantes. No lo suficiente como para darle la mano, pero sí como para tomarle la foto perfecta, con la V de victoria en sus dos manos.

Las elecciones fueron cuestionadas y terminaron en enfrentamientos entre sandinistas y la oposición. Las acusaciones de fraude a favor de los candidatos oficialistas nunca quedaron del todo absueltas. Sin embargo, Alexis fue declarado Alcalde de Managua, para alegría de los sandinistas y para la rabia impotente de los liberales.

Hoy leo la noticia de su muerte. Al parecer fue un suicidio. Se especula que no pudo soportar la tensión que ejercía sobre él algunos dirigentes del gobierno. Otros señalan problemas personales. De cualquier manera, El Boxeador ha detenido el tiempo hoy día en Nicaragua y será enterrado con los colores de La Revolución.

Foto del blogger: Managua, Octubre del 2008.

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