Thursday, January 5, 2012

El “olón” democratizador

Por qué no hay que tenerle miedo a la revocatoria.


Una nueva ola democratizadora ha aparecido en América Latina en las últimas dos décadas: la democracia participativa. Las transiciones post dictatoriales en los 80 dieron paso al establecimiento de democracias representativas en casi todo el continente (con la excepción de Cuba) y más allá de retrocesos autoritarios (como Fujimori y Chávez), las elecciones se han convertido en procedimientos indiscutibles para alternar el poder.

En la práctica, sin embargo, estos regímenes electorales se comportaron como “democracias delegativas” (O’Donnell dixit) en las que los votantes entregaban “cheques en blanco” a los elegidos y luego se desentendían de la política, perdiendo así toda posibilidad de rendición de cuentas entre elección y elección. Para evitar ello, se han implementado provisiones legales para promover la participación ciudadana más allá de las elecciones, habilitando la posibilidad de remover y revocar mandatos (revocatorias), opinar sobre la implementación de políticas (referéndum, plebiscitos) y hasta esquemas más dinámicos como presupuestos participativos, cabildos abiertos y consejos de coordinación con el involucramiento de la sociedad civil. Estos mecanismos forman parte del “olón” democratizador en toda la región, del cual el Perú no es ajeno.

Desde 1998, en el país han puesto en práctica estas prerrogativas participativas. Las revocatorias tienen más de una década, pero casi siempre se han ejecutado en contextos de baja complejidad, es decir, en municipalidades rurales, de escasa densidad poblacional. Recién en los últimos años se ha dado el salto a la participación en gran escala. El referéndum de 2009, sobre el FONAVI, ha sido la máxima expresión de este tipo de consulta, que ahora inevitablemente toca las puertas de la comuna capitalina. Como se sabe, se ha formado un comité promotor de la revocatoria de la burgomaestre Susana Villarán que se propone juntar las firmas necesarias para llevar adelante la consulta respectiva. Sería la primera vez que este mecanismo se realice en una megaciudad, algo aparentemente inédito en una capital latinoamericana.

La revocatoria ha despertado demasiados temores en la gestión Villarán. Los defensores de la alcaldesa han catalogado a este instrumento como “anti-democrático” y “causante de inestabilidad”, cuando es todo lo contrario: profundiza la democracia al dar voz a los ciudadanos y, aunque haya intereses políticos detrás, también puede ser un instrumento de relegitimación. ¿Qué pasaría si la ciudadanía limeña se pronunciara en contra la revocatoria? Villarán terminaría fortalecida y sería el peor escenario para sus detractores. Esa es la posibilidad a la que debe apelar. Pero, paradójicamente quien ha promovido ahondar la participación ciudadana le da la espalda a esta genuina práctica ciudadana que, para hablar con su propio lenguaje, “empodera a los vecinos y vecinas”.

Los sectores progresistas han apoyado consistentemente la promoción de la participación “más allá de las urnas” y Villarán cometería un error si la ve por encima de los hombros. No solo porque sería contradictorio con sus principios, sino porque terminaría cayendo en el juego de la polarización política y desprestigiando una imprescindible arma que tienen los ciudadanos para lidiar con los abusos e ineficiencias de sus gobernantes. Si bien es cierto Villarán ha tenido algunas de cal y otras de arena, no debería permitir que el “olón” democratizador termine llevándose también sus convicciones democráticas.

Publicado en Correo Semanal, 5 de Enero del 2012

11 comments:

  1. A pesar que ya sabemos que la revocatoria no la promueven "oscuros intereses" (sino los ya conocidos intereses de Kouri, Castañeda y la muy de moda DBA), lo mejor que puede hacer Villarán es plantar cara, como en la campaña cuando retaba a Lourdes. El rollo de victimización ya no le servirá a estas alturas.

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  2. No discuto quién son los "intereses detrás", sino el instrumento de revocatoria en sí. Creo que si el debate se reduce a quien está detrás de este instrumento de genuina participación ciudadana, no se ven las consecuencias en un contexto más grande. El proceso ya está en marcha y poco importa qué interés político está detrás, sino cuáles son las consecuencias de este proceso.

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  3. Hola Carlos. Parece que confías mucho en la democracia participativa. Y yo no creo que la revocatoria sea "anti-democrática", pero sí le falta más control o al menos que sea sustentada (no te parece?). Las reglas del kit y las firmas hacen que una democracia, novicia como la nuestra, se degenere. Botar a un alcalde solo porque no nos cae, porque hemos escuchado rumores o faltas en la gestión que se señalan en los periódicos, pero que no pasan de ser un rumor (tampoco pasan a una denuncia sustentada en el poder judicial). Y es que al final la revocatoria parece ser el instrumento perfecto para el resentimiento de los que perdieron con la gestión de la nueva alcaldeza... #solodigo

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  4. Jones, si hay alguien que desconfía de la democracia participativa soy yo. Son reglas genuinas y democráticas. Y no subestimemos a la ciudadanía.

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  5. Pablo Antonio De Los RiosJanuary 5, 2012 at 10:11 PM

    Buen día Carlos. Has atendido una arista del asunto la cual nadie ha mencionado -al menos no tratado por los medios ni por funcionarios y/o personalidades-. Y quizás es el punto por el cual debe partir S.Villaran para hacerle frente a este cuestionamiento a su gestión, buscar su relegitimacion, rumbo por el cual deberían guiarle sus asesores y técnicos. Y no optar ningunear este mecanismo por más que este alentado por sus opositores.
    Sin embargo, esta lid tiene 3 frentes: Los medios de comunicación etiquetándola y diseñando argumentos verosímiles en su contra; sus opositores y revocadores que tienen más presencia que la mismas Alcalde, y por ultimo, los ciudadanos quienes darán un veredicto. Y es en los Ciudadanos el punto más sensible y vulnerable, pues la desinformacion y el poco conocimiento de la gestión van por la vacancia, sin poder ellos señalar obras de la municipalidad ni proyectos, su única referencia es Castañeda, su gestión y construcciones. Sin una Ciudadanía que investigue, se informe antes de estar a favor o en contra, y solo se entere lo que los medios difusamente le dicen, flaco favor le hacen a la participación ciudadana; una revocatoria basada en la desinformacion y la confusión.

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  6. Carlos, coincido en parte contigo, Soy un ferviente defensor de todos los mecanismos de participación ciudadana, y estoy convencido de que mientras más participe la gente, más democrática será nuestra sociedad. La revocatoria es una mecanismo legal de dicha participación, pero cuando se presta a fines oscuros, se tergiversa su utilidad e importancia. Es necesario saber quienes estan detrás de todo esto realmento, se mencionan a Castañeda y Kouri. Tambien es importante saber que hay gente que por el simple afan marketero o de publicidad (aparecer en los medios, ser visibles para futuras contiendas electorales) hacen sus colas para comprar su kit, sin medir las consecuencias que esto podría tener, ejemplos claros hemos tenido, saludos cordiales

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  7. Carlos, no crees que mecanismos como la revocatoria tienden a generar un tufillo populista, si por ejemplo llega un nuevo alcalde de Lima que sabe que dentro de un año puede ser sujeto de una revocatoria, no caería acaso en el facilismo de hacer obras "para la gente" incluso cuando estas sean innecesarias, te escribe alguien que no voto por Villarán.

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  8. Mario, por más que alla intereses detrás, este tipo de mecanismos no prospera si la gente no lo quiere.

    Andrés, el populismo es un riesgo bajo cualquier democracia, pero propongo ver la revocatoria como una posibilidad también para re-legitimarse políticamente si Villarán lo sabe aprovechar.

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  9. Villaran tiene la gran ocasion de replantear su estrategia y hasta dejar en ridiculo a sus revocadores. Sí se puede cortar esta mala leche, cambiando la vision: administrar una ciudad es una tarea de metas rapidas, servir a la gente con cosas "visibles" (escaleras, parques zonales, metropolitanos, hospitales solidarios) que le mejoren en algo la vida.

    Sociologos y antropologos rara vez entienden eso: no se llega a una alcaldia para "transformar el devenir historico de una sociedad" sino para cosas algo mas basicas. Solo a partir de ese exito en lo "pequeño" se puede pretender saltar a las grandes tranformaciones. De lo contrario volevmos a la democracia hueca, del lindo discurso sin obras tangibles, lo que abona el terreno a Comunicores y faenones, que rara vez preocupan sinceramente a las grandes masas que usan las escaleras de los cerros.

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  10. Jorobado Meléndez, estoy de acuerdo contigo en la apología a la democracia participativa. Como señalas, es un instrumento democrático, pero como instrumento es suceptible de ser manipulado.
    Hay toda una movilización de recursos en favor de la revocatoria, y hay actores específicos que la incitan (DBA, medios, políticos, tecnócratas, etc.), recursos que la izquierda es incapaz de movilizar. Porque no me digan que los ahora verborreicos Castañeda y Kouri no tienen en su gestión actos de sospechosa corruptela e ineficiencia evidente donde se han vilipendiado recursos públicos en elefantes blancos, y que eso era digno de una mayor revocatoria que la inercia de Villarán.
    Pero nadie movió los recursos necesarios para iniciar tal campaña.
    Ahí entramos al tema de la debilidad institucional, porque los instrumentos democráticos son ejercidos por lo que manejan recursos económicos, políticos, mediáticos, bajo la luminaria de intereses particulares.
    Saludos

    VPC

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  11. Creo que lo más interesante de tu artículo es ver cómo cambia el discurso de izquierda conforme pasa de oposición a gobierno (municipal). Como mencionas, el paquete de reformas hacia una democracia participativa provienen de sectores de izquierda que buscaban hacer la democracia "más legítima" mediante la participación. Ahora que esa misma participación amenaza al gobierno municipal, el discurso de izquierda vira a cerrar filas tras la democracia representativa y desconoce el mismo mecanismos que impulsó años atrás. Creo que las cosas se ven diferentes desde la posición de los actores. Finalmente, concuerdo contigo en que la mejor estrategia de Villarán sería asumir esto como un reto a su gestión y apostar salir fortalecida. Creo, además, que la tia no tiene otra opción she´s playing the game of thrones.

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