Saturday, October 25, 2008

Calamaro

Sinceramente, hay pocos momentos en los que me gustaría estar en Lima. Cuando la U gana un gran partido, cuando un amigo se casa (para cagarme de la risa, claro está), cuando quiero un arroz con pollo (en la mesa familiar). Este domingo es uno de esos momentos. Mi cantante favorito dará un concierto y sólo me queda llamar al celular de una vieja cómplice a determinado momento de la noche para escucharlo cantar lo que dure una tarjeta telefónica comprada por internet.

La primera vez que canté una canción de Calamaro, sin saberlo, fue cuando tenía cinco años y me daba mucho frio bañarme en la sierra. “Hace frio y estoy lejos de casa…”. Tiempo después, lo reconocería como integrante de Los Abuelos de la Nada, de Los Rodríguez, de sus idas y vueltas. Recuerdo las fiestas de secundaria con “No se puede vivir del amor” (¿se acuerdan del comercial de Jeans Duck Head?). En 1993, andaba con un casete de él comprado en Quilca, en mi Walkman Sports amarillo, oyendo la mejor canción ever, “no me claves, los puñales…”. Creo que con el ritmo de esa canción aprendí a andar en la vida. Luego simplemente vino la veneración: su exageración de solista (discos dobles, discos quíntuples!), sus tangos, sus selecciones, sus remakes, luego simplemente vino cualquier cosa, pero siempre bienvenida.

Sé que no es el mejor cantante del mundo, sé que su look de Bob Dylan es parte del subdesarrollo, que su voz se agota con facilidad, que abusa de la creatividad y es capaz de grabar cualquier huevada (El Salmón está repleto)… Pero creo que precisamente en eso se basa la predilección por nuestros ídolos musicales, porque nos acompañaron con sus letras precisas, porque las penas de amor siempre serán Crímenes Perfectos, porque “salir a huevear” siempre será Loco, porque “el afán” siempre será su versión de Algo Contigo, la “aventura” siempre será Sin Documentos… porque nuestras biografías siempre tendrán sus canciones como soundtrack.

En 1998, una inoportuna fiebre me impidió ir a El Silencio aquella tarde de verano. Hoy envidio a los que irán al Monumental, a los que estarán en primera fila, a los que simplemente podrán corear sus canciones frente a él… Pero ya nos encontraremos pronto Andrés, frente a un micrófono –como aquella vez en Arica--, y cantaremos Flaca a dúo, como siempre sucede en mis ridículos sueños.


6 comments:

  1. Maldita sea compare, me esfuerzo por no ser como tú, y me terminas saliendo conque no sólo Flaca es la mejor canción ever, sino que encima hablas de Crímenes Perfectos (una ex recordará que le puse la primera línea por fono - y ella se hacía la loca diciendo que no escuchaba nada).

    En fin. Lo que sí nos diferencia, lamentablemente, es que estaré en primera fila, hoy.

    P.D. Si todo sale como espero, recordarás este comment.

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  2. Hola Carlitos, conversando con el Carozzi pude conocer tu blog, pero lo mas importante retomar el contacto. Un abrazo a la distancia

    Lucho Jimenez B.

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  3. Crimenes Perfectos y las exeses... A ver si se cumple tu promesa, anonimo...

    Luchito Jimenez, yo tambien por ahi alguna vez llegue a tu blog. Palmas companieros...

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  4. No pude estar en el concierto, pero espero la versión de alguien que si estuvo (y en primera fila).

    Por cierto, Flaca es del 97, cuando salió el Alta Suciedad.

    Y Crimenes Perfectos es mi canción preferida del maestro.

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  5. fue un gran concierto. con todo y puteada de calamaro hacia nosotros incluida. lo llegaste a escuchar?

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  6. y yo tb..
    aca en francia
    y deseando estar en el monumental ese domingo

    ya nos veremos, andres.

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Lo que tu me deseas, te deseo el doble: