Yehude Simon se estrena esta semana como el “bombero” oficial del gobierno para “resolver” los conflictos sociales en el país. Considero que Simon es un “factor político” que influye, por lo menos coyunturalmente, en el súbito incremento de los conflictos sociales. O en todo caso en la notoriedad que muchos han adquirido en los últimos días. Es posible pensar que su nombramiento como nuevo titular de la PCM ha sido interpretado como un “incentivo” para protestar. Simon es en sí mismo una “oportunidad política” para los protestantes y muchas de las aparentemente “virtudes” que justificaron su designación pueden jugar, desde el lado de los movilizadores de los conflictos, como argumentos en contra. Veamos cómo es esto posible:
1. Tiene un pasado político (“radical”). Me conmueve las declaraciones de hace unos días de Simon cuando se refiere a los frentes de defensa, considerándolos “anti-democráticos”. Antes de ser elegido diputado en 1985, Simon era, para usar sus propias palabras, “alguien que violaba las reglas de la democracia”. Fue uno de los principales dirigentes del Frente de Defensa de Lambayeque (FEDEL), y precisamente su protagonismo en la defensa de las demandas populares de esta región lo llevó al Congreso en 1985. (Obviamente, a su retorno en el 2003 como Presidente Regional, prescindió de su pasado).
Simon conoce muy bien a sus “ex colegas”, pero sus “ex colegas” conocen a Simon. Precisamente por ello, Simon juega a “desconocerlos” y práctica una prédica descalificadora con respecto a los protestantes. Creo que Del Castillo incluso podía resultar menos ofensivo (“si alguien toma carreteras, tiene que ser detenido”… y luego te quejas de que estuviste injustamente en la cárcel!). En su discurso, Simon niega su pasado, pero no convence. Sobre todo a los que llama “azuzadores”. Lo que es peor, puede despertar decepción y bronca, e incentivar de este modo la permanencia de los conflictos en los ya movilizados. (“Qué se habrá creído éste!”)
2. Será un cambio “hacia la izquierda” (en comparación con Del Castillo). Por más que haya llevado a los salones de 28 de Julio a amigos progresistas (por ejemplo, Leyton), la política general del gobierno no va a cambiar. Es iluso pensar que ello sucedería. Simon no tiene ningún poder frente a la política económica y redistributiva. Este es un hecho que se comprobará con más contundencia conforme pasen las semanas. Pero ya que es interpretado como un giro de izquierda (así es vendido por el propio García Pérez y por los analistas que se emocionan por conocerlo desde la Apafa del colegio de sus hijos), se cree que será más receptivo ante las demandas sociales (las cuáles se expresan a través de los conflictos, ya que no hay otra forma de intermediación política en el país). Una mano en el pecho: Simon no tiene la capacidad para atender los requerimientos convertidos en violencia, y seguirá siendo el “bombero” apagaincendios, con el agravante que quizás tenga menos habilidades que su antecesor.
3. “Viene de provincias”. Precisamente como viene del “interior del país”, se supone que conoce mejor la política de frentes de defensa, de reivindicaciones regionales, del bloqueo de carreteras. Esto es claramente falso. Quizás conoce tal igual que cualquier otro esta realidad. Al no haber proyecto alguno estructurado a lo largo del país, el tipo y los actores de la conflictividad distan bastante de una realidad a otra. Mientras que desde Lima y la prensa nacional se “homogeniza” a los “radicales”, en provincias la diversidad de los actores, de los incentivos y de los motivos es tal, que ni Rafo León que para recorriendo el país como si fuera su chacra puede reconocer. (Se viene un post sobre los programas de viajes para pitucos: “El país es mi chacra”)
4. “Es nuevo”. Precisamente alguien nuevo en este cargo de importancia, es el incentivo perfecto para iniciar protestas (Cajamarca), volver a legitimar acuerdos en base a una nueva correlación de fuerzas (Moquegua) o simplemente llamar la atención. Dado el bajo nivel de institucionalización en el país, sobre todo a nivel de acuerdos como los “inventados” a través de las Actas de Compromisos y la Comisiones de Alto Nivel (¿alguien me puede explicar cuál es el alcance y la legitimidad legal de éstos?), la consecución exitosa de requerimientos se consigue más por iniciativas personales que por la canalización institucional de las demandas. En otras palabras, no depende de los procedimientos estatales, sino de quien ocupe los puestos claves. Al haber nuevo Jefe del Consejo de Ministros, se buscan nuevos posicionamientos, levantando nuevas demandas o simplemente buscando que lo “ganado” no se pierda ni se vaya en los folders de Del Castillo.
En conclusión, Simon es un imán que atrae clavos, de por sí sólo un “factor político” que incentiva a los protestantes para iniciar conflictos o radicalizarlos. La ecuación de los siguientes elementos: “nuevo” + de “izquierda” + de “pasado radical” + “de provincias”, se traduce desde el lado de los mal llamados “azuzadores” como: “ya está Yehude, veamos que sacamos, armemos chongo”. El pasado condena de diversas maneras, y eso es algo que se le enrostrarán a Simon, ex miembro del Frente de Defensa de Lambayeque, todos los días. No quizás como la crítica más fácil lo hace (ya mencioné que asociarlo con el MRTA es un golpe bajo), sino como sus “ex colegas de los frentes regionales” se lo recuerdan todos los días. Mientras, Simon intenta rechazar abruptamente su pasado, “limeñizarse”, no reconocerse en el espejo, hacerse el “yo no fui”, cantar “Yo no me llamo Javier (Diez Canseco?)”. Pero quizás ésta no sea la mejor estrategia. Sino entrar a la cancha en one (no me vengas con esa de “para la huelga, que sino no dialogo”, eso es faltosazo).
1. Tiene un pasado político (“radical”). Me conmueve las declaraciones de hace unos días de Simon cuando se refiere a los frentes de defensa, considerándolos “anti-democráticos”. Antes de ser elegido diputado en 1985, Simon era, para usar sus propias palabras, “alguien que violaba las reglas de la democracia”. Fue uno de los principales dirigentes del Frente de Defensa de Lambayeque (FEDEL), y precisamente su protagonismo en la defensa de las demandas populares de esta región lo llevó al Congreso en 1985. (Obviamente, a su retorno en el 2003 como Presidente Regional, prescindió de su pasado).
Simon conoce muy bien a sus “ex colegas”, pero sus “ex colegas” conocen a Simon. Precisamente por ello, Simon juega a “desconocerlos” y práctica una prédica descalificadora con respecto a los protestantes. Creo que Del Castillo incluso podía resultar menos ofensivo (“si alguien toma carreteras, tiene que ser detenido”… y luego te quejas de que estuviste injustamente en la cárcel!). En su discurso, Simon niega su pasado, pero no convence. Sobre todo a los que llama “azuzadores”. Lo que es peor, puede despertar decepción y bronca, e incentivar de este modo la permanencia de los conflictos en los ya movilizados. (“Qué se habrá creído éste!”)
2. Será un cambio “hacia la izquierda” (en comparación con Del Castillo). Por más que haya llevado a los salones de 28 de Julio a amigos progresistas (por ejemplo, Leyton), la política general del gobierno no va a cambiar. Es iluso pensar que ello sucedería. Simon no tiene ningún poder frente a la política económica y redistributiva. Este es un hecho que se comprobará con más contundencia conforme pasen las semanas. Pero ya que es interpretado como un giro de izquierda (así es vendido por el propio García Pérez y por los analistas que se emocionan por conocerlo desde la Apafa del colegio de sus hijos), se cree que será más receptivo ante las demandas sociales (las cuáles se expresan a través de los conflictos, ya que no hay otra forma de intermediación política en el país). Una mano en el pecho: Simon no tiene la capacidad para atender los requerimientos convertidos en violencia, y seguirá siendo el “bombero” apagaincendios, con el agravante que quizás tenga menos habilidades que su antecesor.
3. “Viene de provincias”. Precisamente como viene del “interior del país”, se supone que conoce mejor la política de frentes de defensa, de reivindicaciones regionales, del bloqueo de carreteras. Esto es claramente falso. Quizás conoce tal igual que cualquier otro esta realidad. Al no haber proyecto alguno estructurado a lo largo del país, el tipo y los actores de la conflictividad distan bastante de una realidad a otra. Mientras que desde Lima y la prensa nacional se “homogeniza” a los “radicales”, en provincias la diversidad de los actores, de los incentivos y de los motivos es tal, que ni Rafo León que para recorriendo el país como si fuera su chacra puede reconocer. (Se viene un post sobre los programas de viajes para pitucos: “El país es mi chacra”)
4. “Es nuevo”. Precisamente alguien nuevo en este cargo de importancia, es el incentivo perfecto para iniciar protestas (Cajamarca), volver a legitimar acuerdos en base a una nueva correlación de fuerzas (Moquegua) o simplemente llamar la atención. Dado el bajo nivel de institucionalización en el país, sobre todo a nivel de acuerdos como los “inventados” a través de las Actas de Compromisos y la Comisiones de Alto Nivel (¿alguien me puede explicar cuál es el alcance y la legitimidad legal de éstos?), la consecución exitosa de requerimientos se consigue más por iniciativas personales que por la canalización institucional de las demandas. En otras palabras, no depende de los procedimientos estatales, sino de quien ocupe los puestos claves. Al haber nuevo Jefe del Consejo de Ministros, se buscan nuevos posicionamientos, levantando nuevas demandas o simplemente buscando que lo “ganado” no se pierda ni se vaya en los folders de Del Castillo.
En conclusión, Simon es un imán que atrae clavos, de por sí sólo un “factor político” que incentiva a los protestantes para iniciar conflictos o radicalizarlos. La ecuación de los siguientes elementos: “nuevo” + de “izquierda” + de “pasado radical” + “de provincias”, se traduce desde el lado de los mal llamados “azuzadores” como: “ya está Yehude, veamos que sacamos, armemos chongo”. El pasado condena de diversas maneras, y eso es algo que se le enrostrarán a Simon, ex miembro del Frente de Defensa de Lambayeque, todos los días. No quizás como la crítica más fácil lo hace (ya mencioné que asociarlo con el MRTA es un golpe bajo), sino como sus “ex colegas de los frentes regionales” se lo recuerdan todos los días. Mientras, Simon intenta rechazar abruptamente su pasado, “limeñizarse”, no reconocerse en el espejo, hacerse el “yo no fui”, cantar “Yo no me llamo Javier (Diez Canseco?)”. Pero quizás ésta no sea la mejor estrategia. Sino entrar a la cancha en one (no me vengas con esa de “para la huelga, que sino no dialogo”, eso es faltosazo).
Sound-track de Los Toreros Muertos, un clásico de los ochenta, popularizado por el maestro Adolfo Chuiman en “Quién soy yo? Papá” (Vamos imponiendo el chongo-análisis, que tal?).
Ps. Me pasan el dato que en momentos que colgaba este post, mi amigo Chanti debutaba como analista de conflictos sociales en el Canal 7. He vivido en vano.
Para variar, tu post es malo. Estoy de acuerdo con el fondo: Simon va a ser un factor negativo en cuanto a la porotesta social. O sea, puedes tener razón, pero tu texto es malo igual. Todo un mérito. Pensé que era solo cuando "jodías", pero cuando te pones más serio tampoco hay mucho que rescatar.
ReplyDeleteMuy de politólogo wannabe eso de reducir todo a cuatro variables.
¿Qué tal si cambiamos las variables? En vez de “nuevo” + de “izquierda” + de “pasado radical” + “de provincias”, ponemos todo lo contrario.
Véamos: "Antiguo" (desgastado) + de "derecha" + de "pasado conservador" + "de Lima".
¿Crees que sería una mejor presentación para este contexto?
Lo están poniendo a prueba, aprovechan que no sabe dónde está parado. En ese punto puedes estar en algo. Y Simon no es tan capaz como nos quieren hacer creer, ese es el fondo. Y no es muy hábil políticamente. Declara huevadas, quiere quedar bien con todos, no tiene apoyo firme por ningún lado, etc.
Casey Keller, usted ha sido el primer comentarista de este post, en tiempo record (lo acabo de colgar y en menos de dos minutos lo comentaste)...Gracias por seguirme fielmente a pesar que te decepcione... Ahora si me siento Renato Cisneros.
ReplyDeleteAhora, comentando en serio, por si acaso la "formula" no es ningun modelo, sino las cosas que se han dicho, puestas a modo de metafora. No es ningun analisis "politologico" (no caricaturices la chamba pes). O sea porque ves un "+" ya es modelo racional? No seas malo.
¿Quién dijo que era un modelo? Nada más escribí que habías reducido todo a cuatro variables. Espero una respuesta mejor.
ReplyDeleteSi se trata de banalizar la chamba del politólogo, nadie como el dueño de este blog.
Si las variables se ponen en una ecuacion se constituye un modelo. En ningun caso me referia a "variables", sino a interpretaciones de los analistas sobre el tema. Estas confundido, pero suele pasar, ya que la disciplina es muy joven aun en el Peru. Precisamente por eso yo busco "banalizarla", divulgarla, (no caricaturizarla ni simplificarla en esteroetipos como tus comentarios sugieren). Pero bueno, espero que estos comentarios no distraigan el punto del debate. Bye.
ReplyDelete¿Cuál es ese "punto"? Tú eres el que ha puesto esas cuatro variables (si prefieres, "interpretaciones" de )y su impacto para los "azuzadores". Lo del modelo también lo has puesto tú. A mí no me importa si es un modelo o no.
ReplyDelete¿Cuál es el punto, entonces? Si no es que esas "interpretaciones" (más bien caracterizaciones, en este contexto, derivan en el agravamiento de los conflictos sociales, ¿cuál es?
No son variables. Clase de Metodologia, graten. Si fueran variables diriamos:
ReplyDelete1. De izquierda a derecha. Se mide en escalas. Habria que probar el efecto en varios casos, es decir cuando la "variable varie". Este no es el caso. No hay variacion.
2. Es "radical". Habria que observar los casos de "no-radicales". Ademas se tratan de apreciaciones externas, subjetivas, no de auto-ubicacion.
3. Es de provincias. Lo mismo, habria que medir el impacto en casos de Presidentes de la PCM de Lima, de la Costa, de la Sierra, de la Selva, del partido aprista, independientes, etc... Solo tenemos dos casos. Del Castillo y Yehude. O sea, no hay variacion.
4. Es nuevo. No hemos medido el impacto del tiempo.
Cual es mi punto? Simplemente estoy contra-argumentando, viendo las "virtudes" de Yehude como puntos debiles...nada mas..no hay mucha pretension...(lo hice en media hora).
Bueno, ahora, cansate pes...Te aplico Ley de Ocram. No mas de tres comentarios por dia.
Estimado, Yehude será imán de conflictos, pero tú te estas convirtiendo en imán de troles.
ReplyDeleteUn abrazo
PD: Nuevo subtítulo: "Para algunos, 'politólogo wannabe'"
¿Por que has vivido en vano?
ReplyDeleteSin ánimos en caer en la conspiranoia de las cortinas de humo,
ReplyDelete¿No es precisamente Simon, tomando el análisis que planteas, la jugada perfecta para que, al tener tamaña oportunidad política, las protestas bajen el volumen de los escándalos de corrupción- petrogate, castañeda, etc?
Saludos
Una jugada de ajedrez. Simon se quema como candidatos al 2011. Sobre su "origen" el manejo de las proestas, pues no creo que Simon sea un "iman" para proestar, sino que por el contrario, las protestas segurian con o son Simon... hay muchos intereses en uego detras de cada bloqueo de careteras como para pensar que la sola presencia de Yehude "frenara" masas.
ReplyDeleteParafraseando a Luis Bedoya Reyes: un izquierdista no ha pecado, ha sido un criminal. No imprta si has sido proxeneta, narco, violador, igual tienes el derechoa reciclarte. Pero si has sido rojito, en el Perú estás condenado a andar en el valle del dolor y te harán la vida imposible.
ReplyDeleteCurioso: un rojo converso suele ser más "turco" que Carlos Alberto Montaner, pero no van confiar nunca en él, nadie. Como enla España de tiempos de la Reconquista, cuando se sospechaba de los judíos que se habían cristianizado, igua estaban circuncidados, ¿no?.
Así, Simon es un secreto judío circuncidado.
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ReplyDeleteDesde mí punto de vista existen dos factores que son esenciales en este clima de protestas y desgobierno.
En primer lugar sen han elegido como jefe de ministros a dos personajes que si bien son muy disímiles entre si, sí comparten una misma característica, ambos pretenden ser presidentes el 2011, por lo cual sus acciones obedecen no sólo al cargo que ostentan (premier) sino al que desean ostentar(presidente)
Es por ello que Del Castillo firmó acuerdos por doquier aunque no pueda cumplirlos y es por ello la inacción y ultra meditación de Simón antes de hacer cualquier cosa lo cual lo ha atiborrado de conflictos sociales que realmente no sabe como resolver. De tomar una decisión apresurada, de una o de otra manera se va a joder (perder las simpatías políticas de algún sector) catch 22
El segundo gran problema es la desligitimidad del Apra para seguir gobernando como lo esta haciendo, García le dijo al pueblo “ que su gobierno desarrollaría el cambio responsable” ya que era el justo medio entre Humala (Chavismo) y Lourdes (derecha). Sin embrago al subir al poder el Apra copió y maximizo el programa de Lourdes Flores.
Si Ollanta o Lourdes hubiesen ganado no existiría tanto problema ya que ambos hubiesen seguido su plan de gobierno que comunicaron abiertamente al electorado( hago lo que digo y digo lo que pienso) y sí alguien le jodía el plan de gobierno pues ajo y agua o que se vaya del país ya que la mayoría los había elegido…pero con García es distinto ya que este tipo y su gobierno engaño al electorado..
Salud
ReplyDeleteTiene razón, por esos "elementos" (y otros, como que "la situación" -la que toque en cada sitio- no mejora y eso va cansando a la gente -simplifico mucho-).
Estaba por ver cómo reaccionaría Simon ante los conflictos, si se "acordaría" de su pasado (siendo más comprensivo, mostrando empatía, diciendo "yo tomé ese camino y es el equivocado", cualquier cosa) o qué tanta mano izquierda tendría para negociar, al final es más de lo mismo (lo esperable, no se le ha nombrado para un cambio de rumbo del gobierno, eso está claro) y eso traerá, curiosamente, más problemas que soluciones...
Hasta luego ;)
El post dice que es malo para la estabilidad del país que el primer ministro sea nuevo, cercano a la izquierda, provinciano y ex radical en negritas y en la conclusión. Pero el autor del post dice aquí que ese no es el punto.
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