Mi primer trabajo de campo fuera de Lima fue en el Valle del Río Apurímac-Ene (VRAE) hace más de diez años. Javier Torres suele hacerme recordar la vez que llegué a su oficina en SER preguntándole: “Cómo llego a San Francisco?”. (Sí: eran los días en que pagaba medio pasaje y leía fotocopias). Desde entonces, he ido al VRAE con cierta frecuencia, la última vez en el 2007, precisamente antes de venir a estudiar a los Estados Unidos.
Sin que ello me haga un experto en el tema, creo que podríamos entender mejor la presencia y transformación de Sendero Luminoso en el VRAE aplicando algunos de los preceptos elementales de Mayer (“Candelo”) Zald. En el 2004, publiqué un artículo en la compilación que dirigiera mi amigo Víctor Vich por los 40 años del IEP titulada “El Estado Está De Vuelta”. El artículo “Mediaciones y conflictos” no hace referencia directamente a los artículos de Zald, pero se nota su influencia en algunos de los argumentos que sostuve. Cito un párrafo a continuación:
En el Valle del Río Apurímac-Ene, la situación es más complicada. Para graficarla imaginemos la intersección de tres conjuntos —campesinos cocaleros, rondas de autodefensa y pequeños narcotraficantes— en donde la intersección es la parte de mayor magnitud. Como resultado, pocos saben quién es quién. Mientras tanto, Sendero Luminoso transita la zona como una suerte de tribu nómade que trata de capitalizar la violencia. Las habilidades de sus integrantes han quedado reducidas al uso de armas y su sobrevivencia pasa por ponerlas al servicio de narcotraficantes o de actos delincuenciales como el secuestro de Techint —ocurrido, también, en agosto de 2003—. Lejanos son los días de la “revolución”. (p.172)
Para Zald, la disponibilidad de recursos explica la acción colectiva. De este modo, Zald respondía (en 1977) a los que proponían como variable explicativa de las protestas y de la violencia colectiva al descontento social. Para Zald, descontento hay en todas partes, pero no en todas partes hay conflictos. Lo que termina explicando el conflicto (la acción colectiva violenta) es la disposición de recursos para la movilización por parte de los “rebeldes” (en el sentido más amplio del término). Zald entiende como recursos todo lo que facilite la movilización: desde elementos básicos de toda organización (redes de comunicación, dirigentes) hasta inclusive armas (en caso de acciones violentas). Los seguidores de Touraine dirían que hay una identidad política emergente que explicaría la movilización (“maoísmo reloaded”) y los “culturalistas” dirían que hay identidades subalternas emergentes detrás de estas acciones (un Nelson Palomino convertido en el Evo peruano).
En contextos desideologizados como el actual, ¿qué es lo que queda?: los recursos para la movilización. Sendero Luminoso –lo que queda de él— más que el remanente de un partido anti-sistémico maoísta es un cúmulo de recursos disponibles: cuadros que saben movilizarse en la selva, armados y organizados, excluidos de la política formal, que sólo saben promover “una acción colectiva violenta”, que asumen como estrategia de sobrevivencia el fungir de guardias de protección de pequeños carteles narcos, primero, y luego asumir sus propios proyectos ilegales. Sus “dirigentes” actuales no son líderes mesiánicos, ni expresiones políticas alternativas, ni señores narcos poderosos. (Ni Gonzalos, ni Evos, ni Escobares). Sino operadores políticos que promueven la violencia como estrategia para extraer beneficios particulares, como resultado de la combinación: recursos para la movilización y contrabando de drogas.
Creo que en el país la disposición de los recursos para la movilización es lo que explica gran parte del clima de conflictividad social (una hipótesis que vengo trabajando). Obviamente en zonas como el VRAE estos recursos para la movilización quedan a la disposición de grupos ilegales (narcotraficantes) y anti-sistémicos (Sendero Luminoso); mientras que los actores “del sistema” no hacen nada al respecto. ¿Se han puesto a pensar donde están todas las armas que Fujimori distribuyó a los comités de autodefensa como parte de la estrategia subversiva? ¿Se han puesto a pensar si los ex cuadros senderistas se han “reincorporado” ordenadamente a la política convencional? ¿Se han puesto a pensar cómo se practica la política ahí donde no hay partidos ni siquiera movimientos regionales? Como pueden ver, los problemas de fondo en zonas como el VRAE van más allá de si debe entrar las Fuerzas Armadas o la Policía. Ese debate es superficial e inadecuado, como mucho de lo que salta a los medios masivos y a las columnas de opinión. Aproximaciones teóricas como las de Zald, aplicadas con algo de tino e información, pueden ayudarnos no sólo a comprender mejor los problemas sociales, sino a tomar mejores decisiones.
Pd. Gracias a los mensajes y correos electrónicos que he recibido preguntando por bibliografía de Mayer Zald, el “Candelo” de los movimientos sociales. Lamentablemente les digo que no hay mucho de él en español. Sin embargo, insisto en la referencia al texto de Tanaka que mencioné en el post anterior. Esta es la referencia completa. En teoría está disponible el texto completo en la web del IEP. Bájelo, imprímalo, pero sobre todo, léalo.
Tanaka,Martín.
Título: La participacion social y politica de los pobladores populares urbanos?: del movimientismo a una politica de ciudadanos? , el caso del Agustino.
Año:1999
Pp:40
Serie:Doc. de Trabajo, 100. Serie Sociologia y Politica, no. 19.
Descriptores: PARTICIPACION SOCIAL; PARTICIPACION POLITICA; ORGANIZACIONES POPULARES; DEMOCRACIA; LIMA; eL AGUSTINO; PERU.
Sin que ello me haga un experto en el tema, creo que podríamos entender mejor la presencia y transformación de Sendero Luminoso en el VRAE aplicando algunos de los preceptos elementales de Mayer (“Candelo”) Zald. En el 2004, publiqué un artículo en la compilación que dirigiera mi amigo Víctor Vich por los 40 años del IEP titulada “El Estado Está De Vuelta”. El artículo “Mediaciones y conflictos” no hace referencia directamente a los artículos de Zald, pero se nota su influencia en algunos de los argumentos que sostuve. Cito un párrafo a continuación:
En el Valle del Río Apurímac-Ene, la situación es más complicada. Para graficarla imaginemos la intersección de tres conjuntos —campesinos cocaleros, rondas de autodefensa y pequeños narcotraficantes— en donde la intersección es la parte de mayor magnitud. Como resultado, pocos saben quién es quién. Mientras tanto, Sendero Luminoso transita la zona como una suerte de tribu nómade que trata de capitalizar la violencia. Las habilidades de sus integrantes han quedado reducidas al uso de armas y su sobrevivencia pasa por ponerlas al servicio de narcotraficantes o de actos delincuenciales como el secuestro de Techint —ocurrido, también, en agosto de 2003—. Lejanos son los días de la “revolución”. (p.172)
Para Zald, la disponibilidad de recursos explica la acción colectiva. De este modo, Zald respondía (en 1977) a los que proponían como variable explicativa de las protestas y de la violencia colectiva al descontento social. Para Zald, descontento hay en todas partes, pero no en todas partes hay conflictos. Lo que termina explicando el conflicto (la acción colectiva violenta) es la disposición de recursos para la movilización por parte de los “rebeldes” (en el sentido más amplio del término). Zald entiende como recursos todo lo que facilite la movilización: desde elementos básicos de toda organización (redes de comunicación, dirigentes) hasta inclusive armas (en caso de acciones violentas). Los seguidores de Touraine dirían que hay una identidad política emergente que explicaría la movilización (“maoísmo reloaded”) y los “culturalistas” dirían que hay identidades subalternas emergentes detrás de estas acciones (un Nelson Palomino convertido en el Evo peruano).
En contextos desideologizados como el actual, ¿qué es lo que queda?: los recursos para la movilización. Sendero Luminoso –lo que queda de él— más que el remanente de un partido anti-sistémico maoísta es un cúmulo de recursos disponibles: cuadros que saben movilizarse en la selva, armados y organizados, excluidos de la política formal, que sólo saben promover “una acción colectiva violenta”, que asumen como estrategia de sobrevivencia el fungir de guardias de protección de pequeños carteles narcos, primero, y luego asumir sus propios proyectos ilegales. Sus “dirigentes” actuales no son líderes mesiánicos, ni expresiones políticas alternativas, ni señores narcos poderosos. (Ni Gonzalos, ni Evos, ni Escobares). Sino operadores políticos que promueven la violencia como estrategia para extraer beneficios particulares, como resultado de la combinación: recursos para la movilización y contrabando de drogas.
Creo que en el país la disposición de los recursos para la movilización es lo que explica gran parte del clima de conflictividad social (una hipótesis que vengo trabajando). Obviamente en zonas como el VRAE estos recursos para la movilización quedan a la disposición de grupos ilegales (narcotraficantes) y anti-sistémicos (Sendero Luminoso); mientras que los actores “del sistema” no hacen nada al respecto. ¿Se han puesto a pensar donde están todas las armas que Fujimori distribuyó a los comités de autodefensa como parte de la estrategia subversiva? ¿Se han puesto a pensar si los ex cuadros senderistas se han “reincorporado” ordenadamente a la política convencional? ¿Se han puesto a pensar cómo se practica la política ahí donde no hay partidos ni siquiera movimientos regionales? Como pueden ver, los problemas de fondo en zonas como el VRAE van más allá de si debe entrar las Fuerzas Armadas o la Policía. Ese debate es superficial e inadecuado, como mucho de lo que salta a los medios masivos y a las columnas de opinión. Aproximaciones teóricas como las de Zald, aplicadas con algo de tino e información, pueden ayudarnos no sólo a comprender mejor los problemas sociales, sino a tomar mejores decisiones.
Pd. Gracias a los mensajes y correos electrónicos que he recibido preguntando por bibliografía de Mayer Zald, el “Candelo” de los movimientos sociales. Lamentablemente les digo que no hay mucho de él en español. Sin embargo, insisto en la referencia al texto de Tanaka que mencioné en el post anterior. Esta es la referencia completa. En teoría está disponible el texto completo en la web del IEP. Bájelo, imprímalo, pero sobre todo, léalo.
Tanaka,Martín.
Título: La participacion social y politica de los pobladores populares urbanos?: del movimientismo a una politica de ciudadanos? , el caso del Agustino.
Año:1999
Pp:40
Serie:Doc. de Trabajo, 100. Serie Sociologia y Politica, no. 19.
Descriptores: PARTICIPACION SOCIAL; PARTICIPACION POLITICA; ORGANIZACIONES POPULARES; DEMOCRACIA; LIMA; eL AGUSTINO; PERU.
Todo un tema también planteado por Tapia cuando se preguntaba: "¿Y qué hacemos con todas las armas que se repartió a los ronderos en la lucha contra Sendero? ¿Adivinan para qué serán usadas?". Tapia insistía (y todos lo acusaban de loco, pero sin ofrecer más alternativas) en la idea de la policía rural. Descabellada o no, por lo menos apuntaba a varios síntomas, hace ya muchos años.
ReplyDeleteYo estuve un poco más al norte del VRAE, y claro, el reciclaje es terrible... e interesante. "Senderistas" (en algunos casos lo pongo entre comillas) que se pasaron al lado de "los ronderos", "ronderos" que dudan si hubiera sido mejor aliarse con el MRTA, "ronderos" que se reconvirtieron en autoridades locales, etc.
Súmese a eso que toda esa zona mueve dinero. Parte de los costos que significó que la política antidrogas en el Perú la maneje el Servicio de Inteligencia.
Ahora, sí creo en algunos trasvases entre ciertos investigadores subalternos y lo que voy entendiendo de Zald. Chatterjee, por ejemplo, tiene una aproximación al conflicto social alejada del relativismo cultural (alguna vez, en el taller sobre Chatterjee comparábamos varias de sus conclusiones sobre el estado y los campesinos con las de Tanaka sobre la focalización).
Abrazo compadre.
Hola estimado jorobado, comparto la idea sobre la disposición de los recursos para la movilización por parte de los operadores políticos, de los pobladores y de los narcos.
ReplyDeletePero hay una pregunta que me salta a todo ello: ¿qué está pasando con el proceso de descentralización en esa zona? ¿no les llega? Eso te lo menciono porque el Estado (vía FF.AA.) es el único que se hace presente y que poblador recepciona. Ejemplo de ello, el joven de 17 años q se incorporó a ese orden y que lamentablemente fue matado.
Otras agencias del Estado (sólo) se acuerdan de ello cuando revienta la herida, cuando hay muertos y cuando ven "remantes terroristas" contra el único Estado presente en la zona (las FF.AA.) de ahí chaú VRAE hasta otra oportunidad.
Donde está Huaróc (el tigre líder de los movimientos regionales o gobiernos regionales)? Hasta el momento ni lo he escuchado presentar un plan de acción?
La descentralización no es sólo pedir billete (que es necesario) sino -también- fortalecer o ponerlos en onda positiva a aquellos operadores políticos recatables.
Saludos,
Alan Salinas
Lo mas destacable de todo el analisis sobre el tema de Zaid es como se determina una vision de los conflictos partiendo de la racionalidad de los propios actores, sus recursos disponibles y sus conductas puntuales. Muy interesante. No todo es wishful thinking y rollos "multiculturales" y "etnicos" que muchas veces simplifican escenarios MUY complejos... punto para este analisis Jorobado.
ReplyDeleteEstoy buscando mas textos de Zaid, caraxo, dejare un rato la bodeguita para leerlos, me ha dado curiosidad.
Roberto, de acuerdo contigo. Tapia was right! Tambien recuerdo al ingeniero insistir en el tema. Ahora, con respecto a Partha Chatterjee, te soy franco, no lo he leido, asi que no podré decirte si hay algun tipo de sintonía con el enfoque de los recursos de Zald.
ReplyDeleteAlan, como sabemos, la descentralizacion no se promueve por decretos ni por leyes, sino por actores reales y concretos, los cuales no existen. No vale de nada crear una autoridad especial para el VRAE, si ahi no existen partidos. Ahora, se habla mucho de los movimientos regionales, de que Huaroc por un lado, que Coronel por el otro. Como diria Tulio Loza: wiflas! Los movimientos regionales tienen los mismos problemas de debilidad organica y de escasa representacion que se les acusa a los partidos nacionales. Son lo mismo pero en chiquito.
Lucho, te recomiendo el nuevo libro que ha sacado el IEP sobre conflictos (donde tengo un capitulo sobre el caso del Quilish en Cajamarca). En ese texto, Romeo Grompone se lanza un buen resumen de las perspectivas para entender conflictos, incluyendo a Zald. Eso si, por favor, no descuides la bodeguita.
Un descontento se convierte en conflicto por la factibilidad de liderazgo y cohesion entre los afectados?
ReplyDeleteHabra que leerlo al tal Zald, pero antes una pregunta: que pasa con el descontento en grupos en los que no hay cohesion ni liderazgo? No es acaso toda cohesion y todo liderazgo resultado tambien de un descontento?
Se me vino a la memoria el triangulo sin base que razonaba Cotler. para Zald seria una base sin triangulo?
La sociologia es cosa de locos, como decia el grupo Rio.
Rafael E.
Pues no pasa nada si hay mucho descontento, pero no cohesión ni liderazgo.Te pongo el caso de la amazonía. Décadas de marginación, explotación, etnocidio y demás perlas. calod de cultivo para el conflicto, pero más allá de conlfictos muy localizados y muy esporádicos, es recién cuando se fortalece AIDESEP en los últimos años que los indígenas se movilizan, protestan, toman ciudades, bloquena petroleras y hacen retorceder al congreso en aprobar leyes.
ReplyDeleteComo se ha señalado tampoco es que tengamos liderazgos fuertes en el movimiento indígena, pues hay rivalidades dentro que tiene características étnicas, territoriales y hasta de manejo de información.
VPC
Buenísimo tu ejemplo, VPC.
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