Mockus: la ola verde
Hace cuatro años la candidatura presidencial de Mockus obtuvo el 1.23%. En marzo tenía el 8% en las encuestas. Hoy, cuenta con el apoyo de entre el 20 y 24% de los colombianos; aún detrás del ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos quien, a pesar de experimentar un declive con respecto de la encuesta del mes anterior (de 36% a 30%), aún se mantiene arriba en las preferencias. ¿Cómo se crecen 16 puntos en las preferencias en menos de treinta días? ¿Qué tipo de volatilidad (recordemos el tsunami peruano de 1990) es ésta apenas a seis semanas de la primera vuelta? ¿En qué se basa esta “ola verde” que encabeza el ex alcalde de Bogotá?
Luego de que la Corte Constitucional de Colombia declarara infundada la tercera candidatura presidencial de Álvaro Uribe, los observadores consideraban que las elecciones se determinarían casi exclusivamente por una disputa entre los herederos de Uribe y sus opositores. La competencia tendría al “uribismo” como la división política alrededor de la cual se articularían los postores a la Presidencia. Así, por el oficialismo la pelea estaba por recibir el “guiño presidencial. De hecho, Noemí Sanín y Andrés Felipe Arias compitieron por la nominación del Partido Conservador, quien luego de la victoria interna alcanzó el 17% de apoyo. El legado del uribismo parecía estar entre las manos de Santos o Sanín; mientras que el “anti-uribismo” buscaba ser representado por la izquierda del Polo con la candidatura del ex guerrillero Gustavo Petro.
Ante este escenario polarizado, Mockus ha venido intentando una “tercera vía” que encontró viada luego del sorpresivo apoyo que tuvo el Partido Verde en las elecciones parlamentarias de marzo y de su alianza con el ex alcalde de Medellín Sergio Fajardo. Mockus elabora un discurso ciudadano, constructivo, que apela a los valores cívicos sin huirle al posicionamiento político. Conocedor de sus limitaciones (no tiene partido en un país donde la maquinaria electoral es vital), apuesta por una candidatura mediática que pone todo el peso del éxito en las características personales del catedrático y en la experiencia del gestor urbano.
Sin embargo, el entusiasmo choca con el realismo de un país con un conflicto interno, en el que la mano dura tiene aún más adeptos. En una posible segunda vuelta con Santos (dicen las encuestas), éste se impondría. Mockus es todavía un fenómeno urbano, de ciudadanos post-materiales que juegan al Facebook y al Twitter cuando hay millones de desplazados por la violencia, el narcotráfico y los paramilitares. Despierta simpatías y sanas envidias, pero la política es todavía pragmática: la compra de un voto vale más que una pastilla a la moral. Porque las candidaturas emocionales finalmente se retiran como las olas, de un momento a otro desaparecen.
Publicado en Correo el 17 de Abril del 2010
Enlaces:
José A. Godoy bosqueja la actualidad política colombiana...Uribe saliendo, ¿Mockus entrando?
El Comercio entrevista al ex alcalde de Bogotá.
Impresionante video de apoyo a la campaña presidencial de Mockus:
Luego de que la Corte Constitucional de Colombia declarara infundada la tercera candidatura presidencial de Álvaro Uribe, los observadores consideraban que las elecciones se determinarían casi exclusivamente por una disputa entre los herederos de Uribe y sus opositores. La competencia tendría al “uribismo” como la división política alrededor de la cual se articularían los postores a la Presidencia. Así, por el oficialismo la pelea estaba por recibir el “guiño presidencial. De hecho, Noemí Sanín y Andrés Felipe Arias compitieron por la nominación del Partido Conservador, quien luego de la victoria interna alcanzó el 17% de apoyo. El legado del uribismo parecía estar entre las manos de Santos o Sanín; mientras que el “anti-uribismo” buscaba ser representado por la izquierda del Polo con la candidatura del ex guerrillero Gustavo Petro.
Ante este escenario polarizado, Mockus ha venido intentando una “tercera vía” que encontró viada luego del sorpresivo apoyo que tuvo el Partido Verde en las elecciones parlamentarias de marzo y de su alianza con el ex alcalde de Medellín Sergio Fajardo. Mockus elabora un discurso ciudadano, constructivo, que apela a los valores cívicos sin huirle al posicionamiento político. Conocedor de sus limitaciones (no tiene partido en un país donde la maquinaria electoral es vital), apuesta por una candidatura mediática que pone todo el peso del éxito en las características personales del catedrático y en la experiencia del gestor urbano.
Sin embargo, el entusiasmo choca con el realismo de un país con un conflicto interno, en el que la mano dura tiene aún más adeptos. En una posible segunda vuelta con Santos (dicen las encuestas), éste se impondría. Mockus es todavía un fenómeno urbano, de ciudadanos post-materiales que juegan al Facebook y al Twitter cuando hay millones de desplazados por la violencia, el narcotráfico y los paramilitares. Despierta simpatías y sanas envidias, pero la política es todavía pragmática: la compra de un voto vale más que una pastilla a la moral. Porque las candidaturas emocionales finalmente se retiran como las olas, de un momento a otro desaparecen.
Publicado en Correo el 17 de Abril del 2010
Enlaces:
José A. Godoy bosqueja la actualidad política colombiana...Uribe saliendo, ¿Mockus entrando?
El Comercio entrevista al ex alcalde de Bogotá.
Impresionante video de apoyo a la campaña presidencial de Mockus:
Labels: America Latina y Politica
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