Los peruanos vivimos diariamente una vorágine en la que no dejamos de vernos en el ombligo, y la tan mentada opinión pública nacional se convierte en canales compartimentalizados en el cada quien escucha lo que quiere oír y el diálogo es más utópico que una democracia griega. Nos inventamos nuestras propias mentiras, de izquierda a derecha, para seguir creyendo que tenemos la razón o simplemente para deprimirnos con nuestras miserias y no dar el salto cualitativo que necesitamos. A modo de muestras:
El APRA está en la peor crisis después de la muerte de Haya (cuando sea el partido que gane más gobiernos regionales hablamos). Estamos viviendo el régimen más corrupto de la historia republicana (No es corrupción, son sólo manchas en el pantalón). Cipriani y el Opus son un mal para el país (eso diles a los que tienen su MBA en la Universidad de Piura). Sólo la democracia participativa salvará al Perú (Bueno…¿qué te puedo decir?). Las iniciativas ciudadanas vía las redes sociales --Twitter, Facebook-- revolucionarán la política (No leas literatura entonces, sino comics).
Los caviares quieren controlar el mundo (pero si hasta llevan a la quiebra sus ONG!). Los radicales son una amenaza para la gobernabilidad del país (eso te pasa por creerle a los informes Business Track). Chávez financia una alternativa autoritaria en el Perú (las casas Alba del sur andino parecen un kiosko de periódicos). Humala es una amenaza populista, radical que destruirá todo lo avanzado en el país (uy, no conoces a los demás, Humala es el mal menor a estas alturas).
Pero ni siquiera cada una de estas afirmaciones (¿?) llega a ser verdad a medias, ni medias verdades. Son pretextos de nuestros fundamentalismos de utilería. Así los medios de comunicación y esas esferas públicas, tanto del establishment como las alternativas, perpetúan la repetición insensata de los mismos prejuicios que hace que abrir el diario o visitar un blog sea un ejercicio inútil, pues no encontraremos nada nuevo; sino lo de siempre. Escuche la radio, prenda su televisor y haga click si quiere confirmar sus odios, si quiere corroborar que nos hundimos en la más profunda de las miserias, si quiere seguir escuchando el eco de sus vísceras, si quiere tener el pretexto perfecto para no tener esperanzas. Mientras seguimos dándole a la cantaleta de, por ejemplo, tristezas apristas o caviares, seguimos postergando la discusión de un proyecto nacional. La corrupción o la intolerancia son así males menores, cuando un país no tiene rumbo, ni proyecto político. Mientras viva la inmediatez de la coyuntura, morirá un poco más el futuro en serio de un país sin instituciones y sin ciudadanos. Apague su ordenador y piense, por favor.
Publicado en Correo, 8 de Mayo del 2010.
El APRA está en la peor crisis después de la muerte de Haya (cuando sea el partido que gane más gobiernos regionales hablamos). Estamos viviendo el régimen más corrupto de la historia republicana (No es corrupción, son sólo manchas en el pantalón). Cipriani y el Opus son un mal para el país (eso diles a los que tienen su MBA en la Universidad de Piura). Sólo la democracia participativa salvará al Perú (Bueno…¿qué te puedo decir?). Las iniciativas ciudadanas vía las redes sociales --Twitter, Facebook-- revolucionarán la política (No leas literatura entonces, sino comics).
Los caviares quieren controlar el mundo (pero si hasta llevan a la quiebra sus ONG!). Los radicales son una amenaza para la gobernabilidad del país (eso te pasa por creerle a los informes Business Track). Chávez financia una alternativa autoritaria en el Perú (las casas Alba del sur andino parecen un kiosko de periódicos). Humala es una amenaza populista, radical que destruirá todo lo avanzado en el país (uy, no conoces a los demás, Humala es el mal menor a estas alturas).
Pero ni siquiera cada una de estas afirmaciones (¿?) llega a ser verdad a medias, ni medias verdades. Son pretextos de nuestros fundamentalismos de utilería. Así los medios de comunicación y esas esferas públicas, tanto del establishment como las alternativas, perpetúan la repetición insensata de los mismos prejuicios que hace que abrir el diario o visitar un blog sea un ejercicio inútil, pues no encontraremos nada nuevo; sino lo de siempre. Escuche la radio, prenda su televisor y haga click si quiere confirmar sus odios, si quiere corroborar que nos hundimos en la más profunda de las miserias, si quiere seguir escuchando el eco de sus vísceras, si quiere tener el pretexto perfecto para no tener esperanzas. Mientras seguimos dándole a la cantaleta de, por ejemplo, tristezas apristas o caviares, seguimos postergando la discusión de un proyecto nacional. La corrupción o la intolerancia son así males menores, cuando un país no tiene rumbo, ni proyecto político. Mientras viva la inmediatez de la coyuntura, morirá un poco más el futuro en serio de un país sin instituciones y sin ciudadanos. Apague su ordenador y piense, por favor.
Publicado en Correo, 8 de Mayo del 2010.
Es curioso notar que todos caemos en el terrible ejercicio de buscar justificar nuestro punto de vista en base a criterios que linda con lo real-maravilloso. Lo que señalas me recuerda lo que sucedió pocos días después de la visita de Porter al país, donde repitió lo que un sector zurdo de economistas dice hace años. Al guru le cayeron palos, sapos y culebras por no alabar nuestro modelo de desarrollo... yo he visto el ppt de Porter, tenia muchos datos erróneos leí en alguna columna; no es difícil imaginar que hubiera sido si el tío decía todo lo contrario, le hubieran hecho un edición especial en la revista de la CONFIEP, fácil le daban el honoris causa en alguna universidad yo que sé...
ReplyDeletePor ello, me parece honesto lo que planteas, hay que vivir pensando en este defecto, ser consientes que en todo momento estamos propensos a caer en ese ejercicio de morboso de querer tener siempre la razón...
¿O sea que porque hay diez gatos con un MBA en la Universidad de Piura Cipriani y el Opus Dei no le hace mal al país?
ReplyDelete¿Eso sí le importará al patita común y corriente de Zárate, con su puesto de mercado, al que siempre haces referencia?
¿No sería mejor para él que no le enseñaran en el colegio fiscal que usar condón te manda al fuego eterno y al azufre del infierno?
Para mí, lo que sobra y es lo de siempre es que haya criticones sin sentido, los políticamente incorrectos por conveniencia, que no se compran ningún pleito en verdad. Esos sí que se miran el ombligo (o les encanta ver su foto en un periódico y hacen lo que sea por lograrlo).
JB,
ReplyDeleteTú qué sabes de los pleitos que me compro o no? Y con lo de lo que hago lo que sea para ver mi foto en el periódico, qué te puedo decir, ni que fuera tan pepón.
Viva el condón!
El MBA de la Universidad de Piura es la unica que figura en los rankings internacionales; ni UP ni ESAN se mencionan siquiera en esos rankings
ReplyDeleteSi no se tiene el minimo criterio para evaluar el aporte que hace al desarrollo del pais una universidad como la de Piura, entonces dificil tomar en serio cualquier comentario de Bulnes
Y creer que la gente no usa el condon porque los curas dicen que te vas al infierno es estupido. La gente no usa condon porque "a pelo" es mas rico y punto
Excelente posteo, dado que nosiempre compro el correo.
ReplyDeleteahora, cuando un articulo para esos analistas extranjeros que hablan sobre bush, la globalizacion, la union europea, la economia nacional, y la moral de la television peruana, si, como ese tio parrillero de giacosa, el guillermo guille del analisis socio politico.
Muy buena critica, Jorobado. Hoy mas que nunca, para informarte alguito sobre la "realidad nacional" (bien pomposa la frase) es necesario leer cuatro periodicos distintos, y revisar una docena de blogs (incluido este)... y de ahi ponerte a pensar (la parte mas brava). Caso contrario vives en la coyuntura deldia a dia, sin proyecto a largo plazo (nuestros politicos actuan realmente como si el mundo se acabara el 2012), y repitiendo las ideas que los "iluminados" (neoliberales, radicales, caviares o fujimoristas) machacan una y otra vez para convencer a los otros y convencerse a si mismos... Ahora, si te vacila el wishful thinking, chevere, te ahorras la chamba de pensar y así mirar la realidad de acuerdo al calzador ideologico de tu periodista preferdo.
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