Saturday, October 2, 2010

¿Golpe o Correazo?

Primero: amotinamiento de miembros de la policía ecuatoriana en protesta por el recorte de sus beneficios salariales. Luego, el presidente Correa acude personalmente a uno de los motines (se especula de varios a nivel nacional) para responder directamente las demandas. Correa improvisa un balconazo "Mátenme si quieren, aquí estoy" mientras se afloja la corbata y la camisa. Como respuesta, le llueven botellas, lo insultan, y los manifestantes gritan arengas a favor de su opositor (L. Gutiérrez). Los gases y una rodilla convaleciente hacen mella en el Presidente, quien se ve obligado a acudir al hospital más cercano (léase el Hospital de la Policía). Lo atienden inmediatamente, pero desde su celular comunica a todo el país que se encuentra "secuestrado". Sus seguidores convocan movilizaciones para producir su "rescate". A partir de ese momento soy testigo de los acontecimientos. Alrededor de tres mil personas se movilizan en las inmediaciones del nosocomio mencionado, cuya entrada se encuentra bloqueada por la Policía insubordinada. Me llama la atención el perfil de los "correístas": clase media profesional, burocracia de cuello blanco, GCU quiteña que grita en defensa de "Fito" (entiéndase el Presidente). La palabra "pueblo" evocada de rato en rato parece un exceso. Mientras tanto, Pachakutik solicita la renuncia presidencial. Abdalá Bucaram Jr. anuncia su respaldo a Correa desde Guayaquil y denuncia que éste ha sido un golpe provocado por extremistas de izquierda. Pasan 10 horas hasta que un operativo de las Fuerzas Armadas logra "rescatar" a Correa durante el prime-time de la televisión local. Diez minutos después, Correa aparece impecable en el Palacio de Carondelet ante una muchedumbre (más cuellos blancos) y termina su discurso "revolucionariamente": "Hasta la victoria, siempre". ¿Fue un intento de golpe, como acusa el oficialismo ecuatoriano? ¿O sólo una crisis policial mal resuelta que termina escapándose de las manos al Presidente, quien en su afán por lavarse la cara de sus decisiones apresuradas termina activando viejos fantasmas y conspiraciones de sospechosos comunes? Los golpes previos ecuatorianos (Mahuad, Gutiérrez) fueron conducidos -desde las sombras o desde las calles- por enemigos concretos, identificados. En este caso, los golpistas son pistas sin detalle claro. Evidentemente, el ex presidente Gutiérrez tiene importante ascendencia sobre el movimiento policial; pero ello no lo hace necesariamente el responsable de este denominado "intento de golpe". Lo que sí es claro es que ante situaciones de crisis (la condenable insubordinación policial lo es), en Ecuador se activan y empatan los reflejos desestabilizadores de un sistema que no sale de su precariedad. Es prematuro para hacer balances, pero sí pertinente preguntarse cuándo las democracias latinoamericanas son acechadas por poderes fácticos que rechazan la voz popular o simplemente son víctimas de líderes irresponsables a quienes les queda grande la banda presidencial o la correa. Publicado en Correo, 2 de Octubre del 2010

2 comments:

  1. la clase media también es pueblo

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  2. Yo también estuve en Quito en esa fecha y discrepo en tres cosas:

    1.- Correa se quedo en el hospital dos horas por el problema en su rodilla y los "daños" producto de los gases lacrimógenos. Luego de dos horas intenta salir pero los policías sublevados se lo impiden, se aduce como secuestro del presidente.

    2.- Correa se pone eufórico luego que los policías lo atacaron por la espalda cuando se estaba retirando. Por esa razón da el “balconazo” en un tono beligerante, creo que porque estaba picón y se sentía traicionado, no improvisó su discurso a penas llegó a la dependencia policial.

    3.- En la Plaza de Armas de Quito, donde estaban ecuatorianos respaldando a Correa, y donde yo estuve desde las 5 pm, la mayoría de asistentes no tenían el perfil descrito como correístas (clase media profesional y burocracia de cuello blanco). En la plaza había de todo: indígenas, estudiantes, jóvenes, viejos, mujeres, etc. Obviamente, también habían correístas como los descritos pero eran minoría.

    Saludos,
    Enrique

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