Si Obama fuera politico en el Perú sería caviar. Los resultados de ayer en Pennsylvania (Clinton 55%, Obama 45%) así lo demuestran. Tiene un rollo progresista, políticamente correcto, en contra del establishment, pero desde una posición elitista, que cala en los profesionales y en los más educados. Es el candidato del “demócrata de whisky”, del que gana más de 50 mil dólares al año. Su “background” lo delata: educado en Columbia University y en Harward Law School, y casado con una esposa formada en Ivy League que recibe al año como sueldo US $ 300, 000 sólo por proveer “ayuda social”. Pero claro, se computa el “progre” y el African American (aunque tiene de “negro lo que Toledo tiene de “indígena”, o sea es más una construcción discursiva que una identidad enraizada socialmente). Pero una vez más queda demostrado que no sabe llegar al elector gringo promedio, por lo menos al “median voter” demócrata: el blue collar, el low-income, el de pueblo pequeño, de 8 horas y almuerzo en la lonchera, el “demócrata de beer”, ese que termina dando su voto por Hillary Clinton, quien les cuenta historias más “cercanas” como la de cómo su padre le enseño a disparar.
Vamos a los datos: ¿por qué la victoria de ayer en Pennsylvania fue importante? Porque efectivamente termina siendo uno de esos estados que deciden triunfos finales. Veamos las estadísticas: históricamente es un bastión demócrata y es ahí donde suelen imponerse sobre los republicanos, inclusive cuando son éstos últimos los que ganan las nacionales. Un breve repaso: 2004 (Kerry 51%, Bush 48%), 2000 (Al Gore 54%, Bush 46%), 1992 (Clinton 45%, Bush 36%). Aunque en las dos primeras, Bush fue elegido a nivel nacional, los demócratas se impusieron en este estado, precisamente por su arraigo (“clivaje”) dentro de los “blue-collar” en las ciudades industriales principales como Philadelphia y Pittsburgh. Pero este elector Demócrata promedio también puede terminar votando por los Republicanos, si es que “su” candidato no cala dentro de esta base social. El ejemplo es 1998, cuando Dukakis obtuvo el 48% perdiendo por Bush con 51%. Lección: candidato Demócrata que no convence a sus bases obreras, corre el riesgo de perder la elección nacional. Obama se ve reflejado en el roche de Dukakis: demasiado elitista, por más “yes we can” que diga, su voto termina aferrándose al elector joven y “afroamericano”, pero le cuesta ahí donde está el gringo promedio, a quien agredió la semana pasada llamándolo “amargado, rencoroso” (“bitter”), metiendo una vez más la pata y avivando los fuegos “clasistas” que sí existen en este país.
Finalmente son estos “estados obreros” los que importan para los Demócratas y es precisamente donde Hillary Clinton se la lleva. Pennsylvania se suma a la estratégica victoria en Ohio (54%) y Michigan (55%), faltando otros estados similares como Indiana (esa la viviré en vivo y en directo), Kentucky y West Virginia (clave para entender la derrota de Al Gore versus Bush el 2000). Clinton tiene un argumento a su favor, porque si bien está por debajo en el número de delegados, puede convencer a un sector de ellos (a los “superdelegados” que son los que ocupan cargos importantes en puestos públicos) bajo el razonamiento que ella gana los votos que el partido Demócrata necesita.
El desenlace aún está abierto. Pero con los resultados de anoche, se comprueba lo impostado que resulta el discurso de Obama cuando la clase social importa, cuando no hay como apelar a la raza, sino a la economía, cuando el bolsillo manda. Quizás termine imponiéndose al final de cuentas (lo cual lo diferencia de nuestros caviares cholos que no ganan ni en el bingo de la Resi San Felipe) porque finalmente los “electores” de las primarias son ya de por sí una elite. Pero Obama le habla al gringo obrero promedio con la misma distancia que los caviares peruanos le hablan a un ambulante. O sea, en teoría se le deberían creer. Hablan bonito y “a favor de los necesitados”. Pero te miro la corbata, los zapatos y el dedo en la nariz, y no te creo hermano, aunque seas “negro”, no te creo, compare. Porque el voto no sólo se gana en los discursos, sino en la empatía, en la química, en el identificarte “como uno”, eso que le falta a Obama ante los blue collar, eso que le falta a los caviares frente al “pueblo peruano”. (Caviar, hermano, no te engañes, esos que van a tus talleres participativos y te hacen la patería terminan votando por Humala, por la Sarita.)
Vamos a los datos: ¿por qué la victoria de ayer en Pennsylvania fue importante? Porque efectivamente termina siendo uno de esos estados que deciden triunfos finales. Veamos las estadísticas: históricamente es un bastión demócrata y es ahí donde suelen imponerse sobre los republicanos, inclusive cuando son éstos últimos los que ganan las nacionales. Un breve repaso: 2004 (Kerry 51%, Bush 48%), 2000 (Al Gore 54%, Bush 46%), 1992 (Clinton 45%, Bush 36%). Aunque en las dos primeras, Bush fue elegido a nivel nacional, los demócratas se impusieron en este estado, precisamente por su arraigo (“clivaje”) dentro de los “blue-collar” en las ciudades industriales principales como Philadelphia y Pittsburgh. Pero este elector Demócrata promedio también puede terminar votando por los Republicanos, si es que “su” candidato no cala dentro de esta base social. El ejemplo es 1998, cuando Dukakis obtuvo el 48% perdiendo por Bush con 51%. Lección: candidato Demócrata que no convence a sus bases obreras, corre el riesgo de perder la elección nacional. Obama se ve reflejado en el roche de Dukakis: demasiado elitista, por más “yes we can” que diga, su voto termina aferrándose al elector joven y “afroamericano”, pero le cuesta ahí donde está el gringo promedio, a quien agredió la semana pasada llamándolo “amargado, rencoroso” (“bitter”), metiendo una vez más la pata y avivando los fuegos “clasistas” que sí existen en este país.
Finalmente son estos “estados obreros” los que importan para los Demócratas y es precisamente donde Hillary Clinton se la lleva. Pennsylvania se suma a la estratégica victoria en Ohio (54%) y Michigan (55%), faltando otros estados similares como Indiana (esa la viviré en vivo y en directo), Kentucky y West Virginia (clave para entender la derrota de Al Gore versus Bush el 2000). Clinton tiene un argumento a su favor, porque si bien está por debajo en el número de delegados, puede convencer a un sector de ellos (a los “superdelegados” que son los que ocupan cargos importantes en puestos públicos) bajo el razonamiento que ella gana los votos que el partido Demócrata necesita.
El desenlace aún está abierto. Pero con los resultados de anoche, se comprueba lo impostado que resulta el discurso de Obama cuando la clase social importa, cuando no hay como apelar a la raza, sino a la economía, cuando el bolsillo manda. Quizás termine imponiéndose al final de cuentas (lo cual lo diferencia de nuestros caviares cholos que no ganan ni en el bingo de la Resi San Felipe) porque finalmente los “electores” de las primarias son ya de por sí una elite. Pero Obama le habla al gringo obrero promedio con la misma distancia que los caviares peruanos le hablan a un ambulante. O sea, en teoría se le deberían creer. Hablan bonito y “a favor de los necesitados”. Pero te miro la corbata, los zapatos y el dedo en la nariz, y no te creo hermano, aunque seas “negro”, no te creo, compare. Porque el voto no sólo se gana en los discursos, sino en la empatía, en la química, en el identificarte “como uno”, eso que le falta a Obama ante los blue collar, eso que le falta a los caviares frente al “pueblo peruano”. (Caviar, hermano, no te engañes, esos que van a tus talleres participativos y te hacen la patería terminan votando por Humala, por la Sarita.)
Otra para el caviarómetro: tienes tu pin de Obama?
Foto: The Economist
Yo tengo un pin de McCain!!!
ReplyDelete(lero lero)
Que interesante! hace unos meses una chica posteo algo parecido en el Gran Combo y enseguida le cayeron como 10 de los bloggers pesos pesados, que la hicieron retirar su post. Sera cierto eso que los peruanos son mas machistas que racistas???
ReplyDeletePero tampoco, tampoco, para que Toledo sea comparable a Obama hubiera tenido que casarse con Florcita Pucarina, convertirse a la religion de Ataucusi e haberse ido a trabajar con las PYMES de Juliaca.
Obama creo representa el ideal americano del "self-made man" y creo que eso puede trascender las barreras de clase y raza.
Saludes
Amazilia
Hola Amazilia:
ReplyDelete1. Obama representa el "self-man" Americano? No creo, porque el tipo crecio en cuna de oro toda su niniez.
2. Su esposa no es comparable con Flor Pucarina, porque tambien es de la high class.
3. El "clivaje" de clase es solo uno entre varios (raza, genero, religion, etc.) y para ganar, a veces, puede bastar con vencer en uno solo.
4. Me gustaria ver el post que mencionas (Se me paso).
Saludos, y gracias por tus comentarios