Debo confesar que le tengo reticencias a los análisis de coyunturas. Me resultan antojadizos, tendenciosos, inflados por los titulares de los periódicos (últimamente por los bloggers), por los escandaletes del momento. Creo que el politólogo o el analista serio tiene poco qué decir si la aprobación presidencial sube 2% de un mes para el otro (simplemente podría ser error muestral), si ha salido un nuevo petro-audio, o si Leslie Suárez se ha montado encima del pabellón nacional. La coyuntura me parece más afín para los periodistas o para los analistas light que interpretan los hechos con hipótesis sacadas como conejos de sombrero de mago (léase alianza apro-fujimorista, Donayre como el Humala postmoderno, Simon como “tonto útil”). Analizar coyunturas es muy arriesgado, precisamente porque no hay marcos que ordenen la información y permitan una interpretación objetiva y convincente. Aunque quizás mi rechazo al análisis de las coyunturas, se deba a mi incapacidad de hacerlo.
Hace unos meses, me pidieron hacer un balance de siete mil palabras de la “coyuntura política, económica y social” del Perú durante el 2008, texto que saldrá publicado a mediados de año en una revista académica chilena. Con uno de los recientes egresados de ciencia política de la Católica, el “Bac.” Carlos León (¿A quién le importa si es bachiller, licenciado o saco diploma de buena conducta en el colegio?), decidimos asumir la tarea. El texto se encuentra en su etapa de edición, y cuando esté publicado lo haré saber. Pero ya que estamos en período de balances (ahora el huachafo pretexto son los mil días de gobierno), les comparto el resumen del texto. Júzguelo Usted mismo, estimado lector.
Perú 2008: El juego de ajedrez de la gobernabilidad en partidas simultáneas
Carlos Meléndez y Carlos León
No es ningún secreto que el desarrollo socioeconómico puede desestabilizar sistemas políticos, si aquél no viene acompañado de un desarrollo institucional (Huntington, 1968). El crecimiento económico sostenido que el Perú viene atravesando desde casi una década no delinea un camino exento de obstáculos. Todo lo contrario. En un contexto de bajos niveles de institucionalidad (Mainwaring, 2006), con un sistema democrático “sin partidos” (Tanaka, 2006) y sin estructuras efectivas de mediación política (Meléndez, 2004), la conflictividad social, aunque fragmentada, amenaza con desbordar y poner en jaque la gobernabilidad del país. Cualquier gobierno peruano (quizás cualquiera latinoamericano) enfrenta dos tipos de actores con poder de veto (veto players de acuerdo con Tsebelis, 2002) con retos y características distintas (Gonzáles-Ocantos y Meléndez, 2008). Por un lado, tenemos a los actores institucionales (Legislativo, gobiernos sub-nacionales, oposición política) cuya estrategia política persigue ganar legitimidad; pero que se mueven en un contexto de fragilidad institucionalidad y creciente desprestigio ante la opinión pública. Por otro lado tenemos una oposición “social” (con mayor poder de veto que la política), que ha desbordado a los intermediarios tradicionales que tienen los mismos problemas de intermediación que los partidos (sindicatos, frentes regionales), y se muestra más fragmentada, particularista, y coyuntural, pero paradójicamente con una alta capacidad de movilización.
Durante de lo que va su segundo gobierno (2006-2008), Alan García ha buscado neutralizar las amenazas de gobernabilidad que se sostienen en las dos dimensiones señaladas. La descripción de la dinámica política en el 2008 (y de lo que va del gobierno) demuestra que la estrategia de García ante los actores institucionales ha sido la de compartir y delegar responsabilidades políticas al Congreso y a los gobiernos regionales, arrogándose la exclusividad de los aciertos (crecimiento económico) y tomando ventaja del desprestigio de los otros poderes en los errores del gobierno (“El Congreso es ineficiente, muy lento”). Con respecto al clima de conflictividad social, su estrategia ha consistido en devolver paulatinamente al primer plano a un actor con poder de veto tradicional en la política latinoamericana: los militares. Ante la imposibilidad de establecer mecanismos de redistribución social (por ausencia de recursos, ineficiencia burocrática y riesgos de corrupción); el gobierno viene endureciendo las medidas represoras ante la movilización social y fortaleciendo la legitimidad de las Fuerzas Armadas. Cualquier tipo de organización social que pudiera facilitar la movilización social es rápidamente reprimida (desde ONG hasta las “Casas ALBA”). Más allá de que si el gobierno de García es de derecha o no, se evidencia una preocupación intensa por mantener el orden social y político, a toda costa. El crecimiento ha revitalizado estrategias autoritarias de control social que es lo que genera la “derechización” del régimen. Sin embargo, estas estrategias se llevan a cabo en escenarios de fragilidad institucional y baja intensidad del apoyo popular. Lejanos los días de la construcción de autoritarismos burocratizados (O’Donnell, 1973), la estrategia de García para evitar la inestabilidad política se basa en un juego de ajedrez en partidas simultáneas.
Conclusiones
La sensación de “derechización” del régimen no proviene exclusivamente del esquema económico que sigue el gobierno, sino de su estrategia de control social para alcanzar mínimos equilibrios de gobernabilidad. Consideramos que en el corto plazo, logra sus objetivos. Hacia la mitad de su gestión, el gobierno de Alejandro Toledo amenazaba con desplomarse, al punto que muchos sectores, incluyendo el diario El Comercio, propusieron que “diera un paso al costado”. Las condiciones coyunturales no han cambiado mucho en el actual escenario: la paradoja de crecimiento económico y conflictividad social se mantiene, y el APRA como partido mediador entre el sistema político y la sociedad no ha hecho diferencia. El equilibrio de baja intensidad que ha logrado García se debe a que juega hábilmente en los dos tableros de la gobernabilidad del país. En el plano institucional, conoce las debilidades de sus interlocutores. Controla el suministro de recursos con los gobiernos regionales, y apela a la baja popularidad y fragmentación del Congreso para buscar la luz verde a sus decretos legislativos. En el plano de la conflictividad social es donde encuentra más obstáculos dada la imposibilidad de agregar los intereses particulares en juego, lo que le lleve a recurrir a un endurecimiento de la represión institucionalizada a través de un creciente protagonismo de las fuerzas armadas, y de la represión a actores (ONGs) que podrían facilitar la articulación y organización de las demandas que evidencian los conflictos.
Sin embargo, éstas son salidas transitorias que finalmente podrán gestar condiciones temporales de gobernabilidad, pero postergan procesos necesarios para el fortalecimiento de la democracia en el país, como son el fortalecimiento de la institucionalidad política (la credibilidad del Poder Legislativo y la eficiencia de los gobiernos regionales) y la agregación ordenada de demandas sociales a través de expresiones orgánicas de las mismas. La democracia requiere tanto un Estado como una sociedad fuertes, pero sobre todo canales que tiendan puentes entre ellos. No que los repriman. Al inicio de su segunda gestión, se pensaba que el APRA como partido podría volver a reconstruir los vínculos de intermediación política; mientras que el resultado parcial ha sido el de promover el aislamiento de ambas esferas, como una salida rápida al desgobierno. García juega a las tablas en las partidas simultáneas que hacíamos referencia como metáfora, lo cual no lo hace inmune de que la sociedad pueda patear en cualquier momento el tablero.
Hace unos meses, me pidieron hacer un balance de siete mil palabras de la “coyuntura política, económica y social” del Perú durante el 2008, texto que saldrá publicado a mediados de año en una revista académica chilena. Con uno de los recientes egresados de ciencia política de la Católica, el “Bac.” Carlos León (¿A quién le importa si es bachiller, licenciado o saco diploma de buena conducta en el colegio?), decidimos asumir la tarea. El texto se encuentra en su etapa de edición, y cuando esté publicado lo haré saber. Pero ya que estamos en período de balances (ahora el huachafo pretexto son los mil días de gobierno), les comparto el resumen del texto. Júzguelo Usted mismo, estimado lector.
Perú 2008: El juego de ajedrez de la gobernabilidad en partidas simultáneas
Carlos Meléndez y Carlos León
No es ningún secreto que el desarrollo socioeconómico puede desestabilizar sistemas políticos, si aquél no viene acompañado de un desarrollo institucional (Huntington, 1968). El crecimiento económico sostenido que el Perú viene atravesando desde casi una década no delinea un camino exento de obstáculos. Todo lo contrario. En un contexto de bajos niveles de institucionalidad (Mainwaring, 2006), con un sistema democrático “sin partidos” (Tanaka, 2006) y sin estructuras efectivas de mediación política (Meléndez, 2004), la conflictividad social, aunque fragmentada, amenaza con desbordar y poner en jaque la gobernabilidad del país. Cualquier gobierno peruano (quizás cualquiera latinoamericano) enfrenta dos tipos de actores con poder de veto (veto players de acuerdo con Tsebelis, 2002) con retos y características distintas (Gonzáles-Ocantos y Meléndez, 2008). Por un lado, tenemos a los actores institucionales (Legislativo, gobiernos sub-nacionales, oposición política) cuya estrategia política persigue ganar legitimidad; pero que se mueven en un contexto de fragilidad institucionalidad y creciente desprestigio ante la opinión pública. Por otro lado tenemos una oposición “social” (con mayor poder de veto que la política), que ha desbordado a los intermediarios tradicionales que tienen los mismos problemas de intermediación que los partidos (sindicatos, frentes regionales), y se muestra más fragmentada, particularista, y coyuntural, pero paradójicamente con una alta capacidad de movilización.
Durante de lo que va su segundo gobierno (2006-2008), Alan García ha buscado neutralizar las amenazas de gobernabilidad que se sostienen en las dos dimensiones señaladas. La descripción de la dinámica política en el 2008 (y de lo que va del gobierno) demuestra que la estrategia de García ante los actores institucionales ha sido la de compartir y delegar responsabilidades políticas al Congreso y a los gobiernos regionales, arrogándose la exclusividad de los aciertos (crecimiento económico) y tomando ventaja del desprestigio de los otros poderes en los errores del gobierno (“El Congreso es ineficiente, muy lento”). Con respecto al clima de conflictividad social, su estrategia ha consistido en devolver paulatinamente al primer plano a un actor con poder de veto tradicional en la política latinoamericana: los militares. Ante la imposibilidad de establecer mecanismos de redistribución social (por ausencia de recursos, ineficiencia burocrática y riesgos de corrupción); el gobierno viene endureciendo las medidas represoras ante la movilización social y fortaleciendo la legitimidad de las Fuerzas Armadas. Cualquier tipo de organización social que pudiera facilitar la movilización social es rápidamente reprimida (desde ONG hasta las “Casas ALBA”). Más allá de que si el gobierno de García es de derecha o no, se evidencia una preocupación intensa por mantener el orden social y político, a toda costa. El crecimiento ha revitalizado estrategias autoritarias de control social que es lo que genera la “derechización” del régimen. Sin embargo, estas estrategias se llevan a cabo en escenarios de fragilidad institucional y baja intensidad del apoyo popular. Lejanos los días de la construcción de autoritarismos burocratizados (O’Donnell, 1973), la estrategia de García para evitar la inestabilidad política se basa en un juego de ajedrez en partidas simultáneas.
Conclusiones
La sensación de “derechización” del régimen no proviene exclusivamente del esquema económico que sigue el gobierno, sino de su estrategia de control social para alcanzar mínimos equilibrios de gobernabilidad. Consideramos que en el corto plazo, logra sus objetivos. Hacia la mitad de su gestión, el gobierno de Alejandro Toledo amenazaba con desplomarse, al punto que muchos sectores, incluyendo el diario El Comercio, propusieron que “diera un paso al costado”. Las condiciones coyunturales no han cambiado mucho en el actual escenario: la paradoja de crecimiento económico y conflictividad social se mantiene, y el APRA como partido mediador entre el sistema político y la sociedad no ha hecho diferencia. El equilibrio de baja intensidad que ha logrado García se debe a que juega hábilmente en los dos tableros de la gobernabilidad del país. En el plano institucional, conoce las debilidades de sus interlocutores. Controla el suministro de recursos con los gobiernos regionales, y apela a la baja popularidad y fragmentación del Congreso para buscar la luz verde a sus decretos legislativos. En el plano de la conflictividad social es donde encuentra más obstáculos dada la imposibilidad de agregar los intereses particulares en juego, lo que le lleve a recurrir a un endurecimiento de la represión institucionalizada a través de un creciente protagonismo de las fuerzas armadas, y de la represión a actores (ONGs) que podrían facilitar la articulación y organización de las demandas que evidencian los conflictos.
Sin embargo, éstas son salidas transitorias que finalmente podrán gestar condiciones temporales de gobernabilidad, pero postergan procesos necesarios para el fortalecimiento de la democracia en el país, como son el fortalecimiento de la institucionalidad política (la credibilidad del Poder Legislativo y la eficiencia de los gobiernos regionales) y la agregación ordenada de demandas sociales a través de expresiones orgánicas de las mismas. La democracia requiere tanto un Estado como una sociedad fuertes, pero sobre todo canales que tiendan puentes entre ellos. No que los repriman. Al inicio de su segunda gestión, se pensaba que el APRA como partido podría volver a reconstruir los vínculos de intermediación política; mientras que el resultado parcial ha sido el de promover el aislamiento de ambas esferas, como una salida rápida al desgobierno. García juega a las tablas en las partidas simultáneas que hacíamos referencia como metáfora, lo cual no lo hace inmune de que la sociedad pueda patear en cualquier momento el tablero.
Bonita comparación:
ReplyDeleteperiodistas = analistas light.
Salud
ReplyDelete¿Ese apoyo en lo militar no es un arma de doble filo?
¿El mantener "este" orden a toda costa no será un problema a largo plazo?
¿La escalada en la represión de los agentes sociales con capacidad de movilización no juega, a la larga, en contra del APRA? No solo en el sentido de la conclusión del texto, sino desde el propio plano electoral.
Con el último párrafo estoy bastante de acuerdo.
Hasta luego ;)
¿Estrategia autoritaria=derechización? Eso me suena conocido, y no estoy de acuerdo. La estrategia autoritaria sería más bien expresión de conservadurismo. Además, ¿qué se entiende por gobernabilidad? No me quedan claras muchas cosas, tal vez en la versión completa...
ReplyDeleteLeysi Suárez tío, Leysi, no Leslie XD
ReplyDeleteO si quieres Lacey Zamudio Juárez, XDD...
Enrique, quizas lo de "analistas light" suene peyorativo...no sé, no se me ocurrió mejor frase...a ver si me sugieren alguna.
ReplyDeleteJomra, estuve viendo el porcentaje en defensa e interior en el presupuesto nacional. Es sorprendente. Lo es mas aun, con el requerimiento reciente de incrementos para este sector. Con respecto a la escalada social, quizas si juegue en contra del APRA, pero no de Garcia, quien esta mas pendiente del corto plazo.
Rodrigo: "derechización" está entre comillas, precisamente por la acotación que mencionas. Sobre la definicion de gobernabilidad, planteo una que combine dos aspectos: lo institucional y lo social (cuando la teoria de ciencia politica convencional enfatiza solo la primera). Como dices, se verá mejor en el texto.
Anónimo: te lo juro que no se como se llama la señorita Suárez, encontré diversas fuentes. Gracias por tu aclaración.
Salud
ReplyDeleteHablando de García y el corto plazo: ¿Eso sería una consecuencia negativa de la no-reelegibilidad del presidente actual? Esto es, García no "necesita" hacer "planes" a largo plazo porque a él, personalmente, no le podrían beneficiar, así que juega "únicamente" al corto plazo... (Toledo hizo tres cuartos de lo mismo, pero sin saber jugar :P).
Fale fale, me salgo del tema y bastante...
Hasta luego ;)
PD: A mí sí me gustan los análisis coyunturales, siempre y cuando se tenga en cuenta el claro límite que impone el analizar una coyuntura, y el alto grado de "error".
"Analizar coyunturas es muy arriesgado, precisamente porque no hay marcos que ordenen la información y permitan una interpretación objetiva y convincente. Aunque quizás mi rechazo al análisis de las coyunturas, se deba a mi incapacidad de hacerlo"
ReplyDeleteViva la ciencia dura y positiva. Solo los que saben deben hablar; el resto son "Bestias, ignorantes, tarados". ¿Y la democracia? Aquí eres siamés de Faverón y primo hermano de la Hildebrandt.
;) Con cariño
Sugerentes ideas las que nos dejas...a traves de tu post he comenzado a seguir literatura super interesante, así he llegado a tu art: Do voters care about governavility? pero tiene un encabezado que menciona que es una versión preliminar y de citarse debería tener el consentimiento de sus autores...sería formidable tener la versión final de dicho art pues estoy preparando mi tesis de maestría en ciencia política-pucp..a ver si me dices cómo puedo llegar a ella...mil gracias, Gerson (g.julcarima@pucp.edu.pe)
ReplyDeleteHola Carlos, jorobado, soy yo, el que te propuso el 2 gotas de agua entre tú y keiko.
ReplyDeleteBueno, me asombra mucho la capacidad impresionante que tienen los intelectuales para escribir cosas tan interesantes y de forma tan seguida.
Me desconcierta que hayan tantos documentos y al final NO PODER LEER NADA.
Aquí viene mi punto:
Quisiera poder leer todos(es un decir) los libros del IEP, apenas he podido comprar un par. Tengo 21 años, mi madre me mantiene y practico gratis en una radio.
No tengo dinero para comprar libros de 50 soles.
Me pone mal no poder acceder a esto, no sé porqué si ustedes escriben sobre desarrollo, pobreza, desigualdad sus libros cuestan taaann pero taaan caros.
¿Acaso solo pueden ser leidos entre ustedes? ¿Para quiEnes escriben?
Una vez me dijeron que vaya a la biblioteca del IEP a leer, pero mira, uno va a una biblioteca para leer cosas como "Vanidades", o sea cosas digeribles rápidamente, no para hacer estudios, y eso es lo que yo quisiera hacer. Los estudios y comparaciones las hago con calma en mi casa.
Mi pregunta es, y con ánimo de no parecer conchudo, porque EN REALIDAD NO TENGO PLATA ¿En la biblioteca del IEP puedo sacar libros para fotocopiar, al menos las partes más interesantes???
Porque imagínate que vaya a leer cada libro todos los dias. Vivo tan lejos que no tendría ni para el pasaje diario a mi universidad.
Aconséjame algo pues jorobado.
No me defraudes.
jose miguel silva merino
DNI 45022789
Estimado Kenyi (Jose Miguel),
ReplyDeleteEl precio de los libros no depende de los que lo escriben, sino del gobierno. Por mi fuera, que sean gratis. Un colega estaba feliz que lo hayan pirateado, porque asi mas gente leera sus textos.
Estrategias: 1) anda a la biblioteca del IEP y pide copias. Ojo, yo no trabajo en el IEP ahora, asi que no se como son las normas, pero hace tiempo era posible sacar copia de partes de libros; 2) hay textos online, no solo en la web del IEP (entra a documentos de trabajo), sino en bibliotecas virtuales como las de CLACSO; 3) anda a Quilca y a Amazonas, ahi hay libros "clasicos" por 3 lucas. Si no tienes para el pasaje, anda caminando; 4) y el mas importante: nunca busques pretextos para no leer.
Tampoco, tampoco
Voy a intentar lo de sacar copias.Sí leo-soy un caviar sin plata-(pero mezclo literatura, política, desarrollo y algo de economía), pero defrente priorizo cuando se trata de precios.
ReplyDeleteSi el Comercio saca libros de MVLL a 18, y el IEP a 50, entonces son casi 3x1.
Ojala se pueda, te aclaro jorobado que no son excusas, confía en mi, me encanta leer, pero 1.los libros que hay en quilca del IEP son antiguos, los que hay de los últimos 10 años no los venden. Y piratean mucha literatura y pocos estudios.
Entiendo que el gobierno no haga nada por reducir el precio de los libros, pero pensé que ustedes al tener financiamiento en las investigaciones, tendrían precios accesibles.
Dime una cosa, ¿cuál es el público de los intelectuales? ¿Para quienes escriben?
José Miguel(Estudiante de Periodismo Político) 7mo ciclo
Estupenda columna, con todo y citas. En general estoy de acuerdo contigo, pero tengo algunas objeciones, en realidad precisiones. Efectivamente, a mitad de su gestión, García solo ha logrado un equilibrio de "baja intensidad" tanto en plano social como en el político. Básicamente dices que el Apra no ha marcado la "diferencia". ¿En 187 años de vida republicana hubo algún partido o gobierno que sí (democráticamente por supuesto)? Para mí, que haya logrado esos "mínimos" de equilibrio, es un gran merito antes que un vacio considerable. Ahora, dices que García ha buscado neutralizar las amenazas contra la gobernabilidad de los actores institucionales arrogándose los aciertos y culpandolos de los errores. Está bien, pero con razón. ¿O no? El éxito económico lo busco él, es el pilar de su gobierno ¿O no es un “pantano” el congreso? Mejor ni hablar del congreso. Además, en una democracia multipartita no es facil profundizar reformas. A veces pareciera que es mejor un gobierno autocratico como el de Fujimori (que funciona por decreto), que el de García, mucho más lento pero más legitimo. Los gobiernos regionales y alcaldías vendrían a ser entonces la principal oposición institucional (la mayoría presididos por caudillos "antisistema"). Pero si revisas la reprobacion que tienen en sus regiones, entonces ya no lo son tanto. Y por culpa propias, no del gobierno. Por ejemplo, Puno y Cusco. Sus presidentes regionales: Hernan Fuentes y Hugo Gonzales. Los dos antes de ser elegidos eran líderes de masas, o al menos conocidos como "autenticos" defensores del pueblo. Llegaron al poder porque pedian descentralización sin tutelajes. La gente les creyo. El gobierno les otorgo buena cantidad de recursos y competencias (80%) Hoy esa misma gente esta completamente decepcionada, y cree más en los "partidos tradicionales" que en los caudillos regionales. ¿Por que? Porque no hicieron nada, asi de simple. Igual fenómeno sucede en la mayoría de regiones del interior del país. Eso tiene su parte positiva, pues la descentralización no será más un ideal al cual se deba aspirar como sea. Recuerdo que en Chile sucedió lo mismo, ahora piden "recentralización" de algunas potestades. No es que aspire a eso, pero creo que ahora hay más ciudadanos que son conscientes de que la descentralización es un proceso largo y complejo, que no necesita de caudillos incendiarios. Eso García lo hizo bien, sabia el efecto que iba a generar.
ReplyDeleteA eso sumémosle que muchos de los grupos de interés, ya sean sindicatos u oligarcas, tienen poderosos intereses creados en el status quo y cuentan con el poder para estrangular las reformas. Sutep y Confiep por ejemplo. En el caso del primero, todos hemos presenciado cómo se han logrado vencer las taras de los maestros, fue la gente la que los puso contra las cuerdas (y sin necesidad de totalitarismos fujimoristas). En el segundo caso, la reticencia de nuestros empresarios a invertir a pesar del riesgo y de ver más alla de Lima ha sido superada parcialmente, de otra forma no habría sido posible crear un millón y medio de empleos. Lo otro, su incapacidad para pensar en sus trabajadores como personas y no como servidumbre (responsabilidad social empresarial), está en proceso. Sera porque parte de la "elite" limeña, no se acostumbra al estilo moderno de hacer empresa.
Luego, porque a pesar del éxito económico ¿García no es popular (su fuerte oposición social fragmentada)? ¿Generar un millón y medio de empleos no basta? ¿Ni haber invertido en la seguridad social lo que nadie invirtió en 20 años? Bueno dirán algunos, crear empleos de 1000 soles o menos no contenta a nadie. Exacto, a medida que crecemos más, cada uno de nosotros queremos más. Mayor redistribución entonces. No es tan fácil. Fácil será decirlo, pero no hacerlo. Porque no es solo cuestión de crear empleos, sino de que estos sean cada vez mas productivos. La inversión viene, pero tengamos en cuenta que la mayor parte de nuestra masa laboral es no-cualificada. Y ninguna empresa va a pagar más a quien no tiene ni los pergaminos ni la aptitud académica para desenvolverse bien en el trabajo. Ah! entonces invirtamos más en educación. Exacto!! Hay buenos ejemplos de que si se pueden mejorar los salarios con mayor adiestramiento. Hoy por ejemplo, un soldador industrial (antes soldador de bicicletas nomás) gana más que un ingeniero civil o un sociólogo. En consecuencia, crecemos, pero por falta de mejor educación (no profundizar las políticas sociales), nuestra mano de obra no incrementa sus ingresos y por ende andan descontentos. Por eso cualquier atisbo de inflación golpea más aquí que en otras latitudes (fíjense, la popularidad de García comenzó a caer, cuando la inflación subió el año pasado, hoy la inflación baja, y García sube). Y claro, también existen amplios sectores rurales completamente desconectados del sistema. Más estado piden. Pero no es sencillo llevar agua potable, luz eléctrica y hospitales a 80 mil pueblitos perdidos entre la abrupta geografía de la sierra y selva. Por eso ya se habla de reconcentrar poblaciones de menos de 2 mil habitantes.
También dices que ante la imposibilidad de establecer mecanismos de redistribución social, el gobierno apela a la represión. Eso si es risible. ¿Se ha sacado alguna vez a las FF.AA y los tanques de guerra para reprimir protestas sociales en este gobierno? (ya pues, ni modo que el gobierno "deslegitimice" a las FF.AA) Creo que la actuación del gobierno frente a los conflictos sociales -al margen de algunos deslices- no ha sido nada fuera de lo normal (que menos se podría desplegar a la policía). Ahora bien, que el gobierno desapruebe a algunas ongs y demás no está mal en la medida que no haga uso de canales ilegales. Si el gobierno se la juega por el sistema, es obvio que lo va a defender. Tiene la legitimidad para hacerlo, el 55% del país lo decidió así el 2006. Si hay quienes no están de acuerdo, que esperen al 2011, ganan y cambian todo, punto. Pero como defensor del sistema, el gobierno no puede permitir que se boicotee sus recetas para el desarrollo. Es el caso de las ongs antimineras que incitan a la gente a exigir recursos rechazando la inversión. Quieren Canon, pero no quieren minas. Pierina en Ancash y Espinar en Cusco, son dos buenos ejemplos de relación provechosa entre inversión y población, entre mina y agricultura (y hay más, no son "historias mínimas"). Entonces sí se puede, lo que falta es voluntad, que no cuesta nada. Y ahora con la crisis mundial y la baja de los precios de los minerales, seguramente muchos valoraran más la inversión y los recursos que dejaba la actividad minera, porque solo valoras algo unas ves que lo pierdes.
En conclusión, para mí, García no lo hecho tan mal. Tampoco creo que estemos al borde borde de una conflictividad social descontrolada. Hubo el "Moqueguazo" sí, pero ¿sabes cuantos moqueguazos se lograron desactivar? Eso no cuenta, no es noticia. Como que nos gusta ver solo lo malo, y está bien, ser críticos tiene su lado positivo. Pero cuidado, no sea que echemos a perder la única oportunidad que ha tenido este país de salir del fango de la pobreza. Justo cuando es momento de aunar esfuerzos y energías para llevar a cabo las reformas que necesita el país, algunos prefieren desentenderse (porque los pueden tildar de “neoliberales”, no me refiero a ti), y seguir discutiendo cosas que en otros países se dan por hecho. Para el Perú sería estupendo una concertación al estilo chileno, una centro-izquierda madura (2011), con plataforma reformista y discurso convincente. Ah! y por supuesto continuar aplicando algunas de las lecciones de China. Como señalo Richard Webb: "A diferencia de las ideologías de izquierda en el Perú, que “demonizaban” y trababan la exportación, el gobierno comunista de China convirtió la exportación en punta de lanza para un extraordinario despegue económico." Por supuesto que sí, a pensar hacia adelante y hacia afuera, en ves, de hacia adentro y hacia atrás.
¿El vaso medio lleno o medio vacío? En fin. Muy largo mí comentario, iba a condensarlo y convertirlo en un artículo, pero me dio pereza. Y seguro el analisis completo estara más interesante.
Saludos.
Estimado Ciber,
ReplyDeleteHaz hecho tu propio articulo! De acuerdo con los matices que pones. Me gusta la idea de que los presidentes regionales se deslegitiman solos, pero cuestiono que Fuentes y Gonzalez hayan sido figuras notables en sus regiones (no sacaron mas del 25%).
Ahora, con respecto a los conflictos sociales, la Defensoria del Pueblo muestra un crecimiento que no se detiene. Claro, no estallan como el Moqueguazo, pero estan ahi. De acuerdo con que las FFAA no han salido a la mala, pero hace menos de 8 anios, estaban con roche por lo de Fuji-Montesinos, y ahora estan pidiendo mas plata y prebendas. Estan pidiendo canon! A la ecuatoriana! No soy anti-militarista, pero creo que habia que poner a las FFAA en el mapa, ya que pocos analisis lo hacen.
Creo que un analisis de coyuntura no puede decir si "Alan lo esta haciendo bien o mal", simplemente poner los elementos, para que el lector saque sus conclusiones. Espero que asi sea. Pero bueno, gracias a tus comentarios (y a los de otros que han participado) podre mejorar la version final. Gracias