Un video de estudiantes sanmarquinos pidiendo la amnistía de Abimael Guzmán ha abierto la polémica en la opinión pública, provocando ataques severos desde posiciones conservadoras que incluso piden intervención externa como un llamado al “orden”, hasta defensas indignadas que cuestionan la estigmatización del estudiante sanmarquino. La primera posición vulnera los derechos de la autonomía universitaria y cae en el prejuicio que denuncia la segunda; y la segunda se estereotipa a sí misma y le escapa al debate de fondo (que no es la discriminación a priori).
Las condiciones para el radicalismo político (como el universitario) existen y existirán; y ello no se desaparece tan alegremente. El pedido de amnistía es una dentro de una serie de actividades proselitistas –conferencias, talleres, charlas—que se desarrollan con frecuencia dentro de esta universidad, lo que no significa que San Marcos sea la cuna de Sendero Luminoso. Sin embargo, no hay que pasar por alto el crecimiento de este tipo de potenciales amenazas. Y aquí no hay que ser ingenuos: la lucha “ideológica” que algunos proponen es insuficiente. (Para empezar no hay nadie quién la dé!).
Resulta errado reducir el debate a intervención versus discriminación. Los grupos radicales al interior de San Marcos tienen una estrategia política clara: la acumulación de capital político. ¿Por qué se concentran en el control del comedor universitario y la residencia estudiantil? Porque son causas que pueden devenir en una demagogia de izquierda y fácilmente convertirse en el puente para captar simpatizantes más allá de un fundamentalismo ideológico. El discurso radical, no lo olvidemos, es pragmático; por lo que una lucha en el “plano de las ideas” es insuficiente en sí misma. Mucho menos si los promotores del radicalismo son herederos (en muchos casos inclusive directos) de la tradición “roja” de universidades estatales postergadas.
Pero por otro lado, el orden en los claustros universitarios no se gesta a partir de guardias privados (“¿usted no tiene siquiera unos guachimanes?” Rosa María Palacios al rector Izquierdo) ni de intervenciones militares (fujimorismo), sino a partir de la eficiencia en la administración tanto organizativa como académica, algo muy lejano a la imaginación del rector sanmarquino.
Más allá de que sea un “sico-social montesinista”, el caso debería hacernos pensar en la situación de la Universidad en el país, tanto privada como estatal. Hay diversas maneras de estar de espaldas al país, tanto desde una posición de egocentrismo elitista como desde una prédica violentista que no ha aprendido las lecciones del pasado. Sino los profesionales que dirigirán el futuro del país pensarán que el futuro depende de cuánta "sangre te salpique en la cara” (J.C. Ubilluz, PUCP) o que la muerte de inocentes es parte de una lucha política. El primero peca de naive (quiero suponer), el segundo de sanguinario.
Publicado en Correo, 26 de Junio del 2010
Las condiciones para el radicalismo político (como el universitario) existen y existirán; y ello no se desaparece tan alegremente. El pedido de amnistía es una dentro de una serie de actividades proselitistas –conferencias, talleres, charlas—que se desarrollan con frecuencia dentro de esta universidad, lo que no significa que San Marcos sea la cuna de Sendero Luminoso. Sin embargo, no hay que pasar por alto el crecimiento de este tipo de potenciales amenazas. Y aquí no hay que ser ingenuos: la lucha “ideológica” que algunos proponen es insuficiente. (Para empezar no hay nadie quién la dé!).
Resulta errado reducir el debate a intervención versus discriminación. Los grupos radicales al interior de San Marcos tienen una estrategia política clara: la acumulación de capital político. ¿Por qué se concentran en el control del comedor universitario y la residencia estudiantil? Porque son causas que pueden devenir en una demagogia de izquierda y fácilmente convertirse en el puente para captar simpatizantes más allá de un fundamentalismo ideológico. El discurso radical, no lo olvidemos, es pragmático; por lo que una lucha en el “plano de las ideas” es insuficiente en sí misma. Mucho menos si los promotores del radicalismo son herederos (en muchos casos inclusive directos) de la tradición “roja” de universidades estatales postergadas.
Pero por otro lado, el orden en los claustros universitarios no se gesta a partir de guardias privados (“¿usted no tiene siquiera unos guachimanes?” Rosa María Palacios al rector Izquierdo) ni de intervenciones militares (fujimorismo), sino a partir de la eficiencia en la administración tanto organizativa como académica, algo muy lejano a la imaginación del rector sanmarquino.
Más allá de que sea un “sico-social montesinista”, el caso debería hacernos pensar en la situación de la Universidad en el país, tanto privada como estatal. Hay diversas maneras de estar de espaldas al país, tanto desde una posición de egocentrismo elitista como desde una prédica violentista que no ha aprendido las lecciones del pasado. Sino los profesionales que dirigirán el futuro del país pensarán que el futuro depende de cuánta "sangre te salpique en la cara” (J.C. Ubilluz, PUCP) o que la muerte de inocentes es parte de una lucha política. El primero peca de naive (quiero suponer), el segundo de sanguinario.
Publicado en Correo, 26 de Junio del 2010
Bonus track: ¿Democracia participativa en UNMSM? Asamblea para elegir al nuevo decano en la Facultad de Ciencias Sociales de San Marcos. Nótese la agilidad del antropológo Pablo Sandoval para esquivar los agravios.
Es cierto que una lucha en el “plano de las ideas” es insuficiente. En el mundo ideal, los argumentos van acompañados de obras. De acuerdo. Pero la propuesta de discutir con los grupos radicales en las universidades va mas alla de la mera lucha para ver “quien gana”. Se trata de hacer algo que nunca se hizo con estos grupos marginales y violentistas: dialogar, discutir. El solo ejercicio de la discusión presupone reglas de juego que distan mucho de las reglas de la confrontación fisica que ellos proponen (y que el estado se ve obligado a usar). Creo que tenemos que escuchar los argumentos de estos grupos de estudiantes (ojo que estoy hablando de estudiantes, no de analfabetos marginales), plantear los nuestros e identificar los puntos concretos de acuerdo y desacuerdo. La idea no es “ganar” en la discusión. Ni siquiera, quizas, convencer a estos grupos de que lo que creen es falso. La idea es desafiarlos a pensar bien y pulir sus argumentos. Si lo que creen ellos es realmente verdadero, pues deberian ser capaces de expresarlo de manera clara y racional. ¿Acaso no se consideran ellos herederos de Mariategui y consideran a Abimael todo un filosofo? Pues que bajen al llano de la argumentación y presenten sus argumentos. El solo hecho de hacerlo seria tremendamente beneficioso para la universidad y la sociedad peruanas (aunque es cierto que no seria suficiente).
ReplyDeleteJoder con estos chavalillos de izquierdas
ReplyDeleteSi Cipriani consigue sus propósitos sin una buena pelea, sin una donde nos “salpique un poco de sangre” en la cara, entonces esos clichés sobre la “torre de marfil universitaria”, la “esterilidad del pensamiento académico” y los “profesores comelibros” adquirirán peso de verdad.
ReplyDeleteQué buena esa del profe Ubilluz. Vas a ver que ahorita la Monja Gamio se pica y le encuentra 13 contradicciones y 47 falacias a su artículo.
Y al tuyo, ni se diga.
El problema es mucho mas dificil Jorobado. Aqui la "batalla ideologica" es inutil. No por falta de argumentos, sino porque tu adversario se niega a "dar batalla", prefiere golpes de mano (controlar espacios comunes, imponer lideres a los grupos estudiantiles, destrozar carteles) pues confia en la violencia como instrumento de poder: meter miedo es mas "eficaz" que convencer con razones... sus metodos habituales son refugiarse en la "legalidad" (lease autonomia y libre expresion) cuando es necesario y lanzando los fierrazos y piedras cuando ya no necesitan las leyes.
ReplyDeletePareciera que ya olvidamos los 80. Entonces no era raro ver a las "bases" de SL usando armas dentro de la universidad. Estamos ante gente que desprecia el dialogo como "debilidad burguesa" y que se rie de la tolerancia y la diversidad. Tomemos eso en cuenta.
Y ya dejalo al tal Ubilluz de la PUC. Necesita ganarse los frejoles. ¿Esperabas que asumiera una posicion critica del rectorado actual?
Las ideologías son màs nocivas cuando se les ignora o subestima. Hacen bien Tapia y Adrianzen en confrontar a los extremistas con ideas. Lo màs probable es que los acuerdistas carezcan de las mismas: el impacto de una posible derrota política en un debate público en la universidad sería muy favorable para quienes consideramos que se debe combatir el violentismo con ideas antes que con intervención armada.
ReplyDeleteY quienes tienen que asumir esta confrontación? No solo la izquierda sino todos los involucrados en el quehacer político. Los que dicen que la batalla ideológica es inútil posiblemente sean los mismos que avalen la imposición de argumentos por la fuerza sin necesidad de discutirlos porque consideran que su interlocutor no es válido o carece de los mismos.
Y tambièn trastocas lo vertido por Rocío Silva. Acaso no revisas los comentarios en la blogosfera, y medios como en el que publicas la manera como se mete en el mismo saco a todos los sanmarquinos? No explicas por qué las postura de RSS se estigmatiza a sí misma.
Carlos, descontextualizas tendenciosamente lo mencionado por Ubilluz al interpretar literalmente una frase que a todas luces cualquiera se da cuenta que es metafórica: está reflexionando acerca de cuántos profesores en la PUCP estan dispuestos a participar activa y expresamente en el debate sobre la intervencion de Cipriani. y su postura es de que muy pocos dan señales expresas de hacerlo.
Lucho: en ningun momento de su texto se desprende una defensa cerrada del rectorado.
Creo que el problema en la sSan Marcos pasa por la crisis de legalidad y legitimidad de los repsentantes estudiantiles. Es una crisis general, basta mas ver lo que sucedió con los representantes del "Tercio estudiantel" de la Facultad de Letras. Donde se arrogaron dispocisiones que no les competía, y actúaron por medio de la ideología (comunista por cierto) para desobedecer la voluntad de los estudiantes. Sinceramente en todo donde se mete un izquierdista radical lo friega.
ReplyDeletejorobado:
ReplyDeleteNo seas pendejo...
Estas tergiversando totalmente el sentido de lo dicho por el tio Ubillus. Claramente el esta usando una metafora para sugerir que los profesores no pueden esperar pasivos a que Cipriani tome la PUCP sino que deben tomar la iniciativa en defenderse.
Nada mas. No esta haciendo un llamado a la violencia, como das a entender. No me trago que tengas tan baja capacidad de comprension de lectura.
Y luego te quejas de rendon! El estilo es exactamente el mismo. Sacas frases de contexto para dar a entender algo que no se dice y hasta pones citas para pasar por riguroso.
El problema, mi estimado, es que ese estilo, de medias verdades, generalizaciones e insinuaciones que crees que te exhime de asumir responsabilidad sobre lo que tus textos transmiten, podra ser perdonable en un adolescente, pero en alguien como tu no es solo patetico: es deshonesto.
Pero imagino que estas feliz recibiendo el aplauso de tus fans. No importa quienes sean.
Los lectores de Correo son los fans
ReplyDeletey la solucion es saltearse de la republica a las caricaturas de la primera y de alli hasta el mundo magico de granma no?
ReplyDeletecheveres con tus articulos en correo, asi mas gente pudiera publicar en periodicos y no ver solo calatas , chismes y puras caricaturas de politicos del cuarto de hora.
ReplyDeleteCarlos
ReplyDeleteCreo que en este caso se debe aplicar la teoría de las estructuras de oportunidades para entender lo que pasa en la UNMSM con respecto a sendero y los conflictos que ocurren.
La presencia de senderistas fue mayor en durante el segundo gobierno de Fujimori pero no hubo más apología al terrorismo. Éstos o fueron reprimidos o colaboraron con el régimen (los "acuerdistas" o los del pacto montesinos-morote).
La diferencia es que ahora estamos en democracia, los costos de participación política han bajado, incluso por los que apuestan por sendero (en realidad se está metiendo en el mismo saco a los que no se consideran senderistas pero creen en la lucha armada, al menos en el plano de discurso). Un estudiante o docente mediocre puede salir a hablar de sendero para "asustar a a la burguesia" y "no pasa nada". Ahora los senderistas son mucho menos, estan desprestigiados y poca (casi nula) llegada tienen. No tienen la capacidad de antes. Son menos pero estan en otro contexto, hay autonomía universitaria y estamos en democracia.
El problema debería enfocarse, tal como sostienes, en penar en la situación de la universidad. ¿Qué tipo de socialización política se esta dando en las universidades públicas? ¿Han cambiado las prácticas políticas en la UNMSM en estos últimos 20 años? ¿Que tipo de institucionalización haría falta en una universidad post-violencia política?
Carlos
ReplyDeleteCreo que en este caso se debe aplicar la teoría de las estructuras de oportunidades para entender lo que pasa en la UNMSM con respecto a sendero y los conflictos que ocurren.
La presencia de senderistas fue mayor en durante el segundo gobierno de Fujimori pero no hubo más apología al terrorismo. Éstos o fueron reprimidos o colaboraron con el régimen (los "acuerdistas" o los del pacto montesinos-morote).
La diferencia es que ahora estamos en democracia, los costos de participación política han bajado, incluso por los que apuestan por sendero (en realidad se está metiendo en el mismo saco a los que no se consideran senderistas pero creen en la lucha armada, al menos en el plano de discurso). Un estudiante o docente mediocre puede salir a hablar de sendero para "asustar a a la burguesia" y "no pasa nada". Ahora los senderistas son mucho menos, estan desprestigiados y poca (casi nula) llegada tienen. No tienen la capacidad de antes. Son menos pero estan en otro contexto, hay autonomía universitaria y estamos en democracia.
El problema debería enfocarse, tal como sostienes, en penar en la situación de la universidad. ¿Qué tipo de socialización política se esta dando en las universidades públicas? ¿Han cambiado las prácticas políticas en la UNMSM en estos últimos 20 años? ¿Que tipo de institucionalización haría falta en una universidad post-violencia política?
No pues, Jorobado, cómo vas a ensalzar en el video algo que Pablo Sandoval no hace. Como siempre llega tarde a la acción. más bien asombra la agilidad y desición de ese pequeño gigante de la antropología peruana que el Ladislao Landa, quien es el que sujeta a uno de la cintura. Ahhh, claro, Landa no es de la manchita...
ReplyDeleteNo pues, Jorobado, cómo vas a ensalzar en el video algo que Pablo Sandoval no hace. Como siempre llega tarde a la acción. más bien asombra la agilidad y desición de ese pequeño gigante de la antropología peruana que el Ladislao Landa, quien es el que sujeta a uno de la cintura. Ahhh, claro, Landa no es de la manchita...
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