Humala: lo que no fue, no será
¿Por qué Humala no despega? ¿Por qué sigue anclado en un 12% desde hace buen rato? ¿Acaso el terno "anticorrupción" que se ha puesto a diario no ayuda? ¿O es que seguimos recordándolo con su casaquita verde militar? Pobre Humala, no tiene nada que mostrar. Lo he sostenido en mi columna anterior. Porque obra manda. Y no es porque los electores sean pavlotianos (Manrique, ¡cite bien!). Sino porque la gente quiere menos ideología y más bien concreto. Porque Humala no se puede quitar de encima la imagen de antisistema, de ruptura, de cambio radical, de cholo con botas, mientras que los peruanos hemos logrado cierta estabilidad (subrayo "cierta"). Porque uno no es lo que quiere, sino lo que puede ser. Y porque no estamos ante el escenario de desgobierno de finales de Toledo como para jugársela por un outsider. Ni tampoco hay "efecto Evo" como entonces, y que Chávez meta la mano es inaceptable para la mayoría.
Supongamos que sólo la economía importe para votar (S. López) y veamos las encuestas (Imasen). ¿Qué porcentaje de peruanos quiere un cambio radical (subrayo "radical") en la política económica? 36.5%. El 25% está tranquilazo, que continúe nomás. Y el 37.4% busca cambiar "en algo". ¿Quién no? Sostengo que la suma de estos dos últimos (62.4%) no votaría de ninguna manera por un antisistema porque está satisfecho en términos generales con la economía. Entonces, ¿existe un tercio que potencialmente votaría por Humala? (supongo que esto es lo que todos los días le repiten al oído los columnistas-candidatos de La República a su líder). No necesariamente, para eso necesitaríamos análisis con acceso a las bases de las encuestas (Lynch apenas usa la calculadora para comprobar que no le convenía que Diez Canseco postule). Entonces mantengámonos en las hipótesis.
El que quiere cambios radicales en la economía, podría votar por Humala, pero también por Castañeda, Keiko e inclusive Toledo. Así como nadie puede arrogarse la continuidad del modelo, tampoco Humala puede hacerlo con respecto a su oposición. Ejemplo: el norte del país es la zona con mayoría crítica a la economía: 52.6% (y no el Sur, sorpresa), donde Humala sólo tiene un 9% de intención de voto. ¿Quién gana en el norte? Toledo, seguido de Fujimori, quien saca su mayor porcentaje.
El escenario ha cambiado mucho en cinco años. Los ciudadanos del campo quieren cambios moderados antes que traumáticos (45% vs. 40%). Ya no todos los conflictos son antimineros, sino inclusive para acceder a sus beneficios. Por eso el voto rural tampoco hace la diferencia a favor de Humala. Porque, como en todo, el timing importa y parece que el tren ya se le pasó. Porque lo que no fue, no será.
Publicado en Correo, 5 de Febrero del 2011.
Supongamos que sólo la economía importe para votar (S. López) y veamos las encuestas (Imasen). ¿Qué porcentaje de peruanos quiere un cambio radical (subrayo "radical") en la política económica? 36.5%. El 25% está tranquilazo, que continúe nomás. Y el 37.4% busca cambiar "en algo". ¿Quién no? Sostengo que la suma de estos dos últimos (62.4%) no votaría de ninguna manera por un antisistema porque está satisfecho en términos generales con la economía. Entonces, ¿existe un tercio que potencialmente votaría por Humala? (supongo que esto es lo que todos los días le repiten al oído los columnistas-candidatos de La República a su líder). No necesariamente, para eso necesitaríamos análisis con acceso a las bases de las encuestas (Lynch apenas usa la calculadora para comprobar que no le convenía que Diez Canseco postule). Entonces mantengámonos en las hipótesis.
El que quiere cambios radicales en la economía, podría votar por Humala, pero también por Castañeda, Keiko e inclusive Toledo. Así como nadie puede arrogarse la continuidad del modelo, tampoco Humala puede hacerlo con respecto a su oposición. Ejemplo: el norte del país es la zona con mayoría crítica a la economía: 52.6% (y no el Sur, sorpresa), donde Humala sólo tiene un 9% de intención de voto. ¿Quién gana en el norte? Toledo, seguido de Fujimori, quien saca su mayor porcentaje.
El escenario ha cambiado mucho en cinco años. Los ciudadanos del campo quieren cambios moderados antes que traumáticos (45% vs. 40%). Ya no todos los conflictos son antimineros, sino inclusive para acceder a sus beneficios. Por eso el voto rural tampoco hace la diferencia a favor de Humala. Porque, como en todo, el timing importa y parece que el tren ya se le pasó. Porque lo que no fue, no será.
Publicado en Correo, 5 de Febrero del 2011.
Labels: Elecciones Presidenciales 2011
6 Comments:
Pero, en el actual escenario ¿sigue siendo pertinente lo que dijo Vergara?
me pareces un comentarista acusioso, pero te pierdes en las ramas. Cada vez me sorprende tu cinismo. ten cuidado, que te puedes quedar atascado en tus propias palabras. cada vez eres menos gracioso....
habla Peluchín...
No es mal comentario... si bien muchisima gente pide un cambio radical ¿eso significa que automaticamente votaran por Humala? Tal vez los comentaristas-candidatos de La Republica asi lo proclamen, pero en el caso de ellos mas es un deseo y anhelo que un analisis medianamente serio de la situacion.
Ademas, Humala comete el error de "moverse al centro" dejando de lado su discurso natural de izquierda pura y dura: con ternos y camisas blancas no convencera a los clasemedieros (o aspirantes a serlo) que no lo quieren por nada del mundo. Y tampoco satisface a sus bases "naturales" y menos aun a los columnistas-candidatos que lo acusaran de "vendido".
Ahora que veo a Humala con 18,5 o 17 % un breve rictus se va conformando en muchos rostros sobre este artículo....¿No es así, señor MelendeZ?, ¿se corregirá, o se hará el desentendido?
Finalmente lo que fue, sigue siendo (de alguna manera) (JA!)
Esperemos el 10 de abril :)
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