Thursday, July 12, 2012

El intelectual me-agarraron-por-sorpresa


La presentación de “Profetas del Odio”, de Gonzalo Portocarrero, en el Centro Cultural de la PUCP en San Isidro, fue interrumpida por Alfredo Crespo, abogado de Abimael Guzmán, y un grupo de jóvenes de Movadef, quienes utilizaron el evento como tribuna para declamar peroratas a favor del mencionado criminal. Un auditorio repleto de académicos, en su mayoría opuestos a Sendero, se mostró muy pasivo y sin respuesta contundente ante los gritos y desvaríos escalofriantes de los “discípulos del odio”. Entrevistado por el hecho, Portocarrero confiesa: “la verdad es que nos agarraron por sorpresa, no estábamos preparados… Nos percatamos (de Crespo), dije, habrá venido por curiosidad. No pensé en la posibilidad de esta irrupción”. 

La confesión de Portocarrero es emblemática de cuán rezagados estamos los académicos con respecto a los hechos que pretendemos explicar. La mayoría de los “senderólogos” están tan preocupados por narrar el pasado, que cuando se convierte en presente los asalta la inmovilidad. Resumamos sus argumentos: SL fundó una prédica de sangre apoyándose en la violencia estructural de un Estado débil y excluyente; la vacuna es reconstruir una memoria histórica. El problema es que las batallas por la memoria -ahora perdidas- han sido monopolizadas por el sector progresista; incapaz de proponer una narrativa transversal a ideologías y a estratos sociales, incluyente hacia la derecha y hacia abajo. Por eso no han calado en el sentido común de los “ciudadanos de a pie”. La cruda y lejana realidad explotó en sus semblantes reflexivos, cuando veinte jóvenes de “clase media” (según el ojo de Portocarrero) demostraron todo lo que han escrito en vano. 

No solo a Portocarrero -y a sus colegas “analistas culturales”- los hechos le desconciertan. El gran descubrimiento de los politólogos en los últimos años es que nuestra democracia no tiene partidos (primicia) y que, por lo tanto, hacen falta operadores políticos. Hemos convencido a los líderes de opinión que el problema de fondo es “la ausencia de intermediación” (¿?). Ahora pregúntenles qué diablos significa ello y cómo se resuelve. 

La situación se torna dramática cuando se trata de entender los conflictos sociales. Los sociólogos, antropólogos y científicos sociales espontáneos, terminan tomando posición por una de las partes. Algunos se convierten en la materia gris de radicales, mientras otros venden su status bibliográfico a la mejor consultoría. De este modo, cada bando tiene a su propio gurú intelectual, sin importar que la categoría de “especialista” se devalúe. Los más creativos son, sin duda, los expertos en resolución de conflictos: “hace falta diálogo” (otra primicia), se les oye repetir cada vez que les ponen un micrófono al frente.

El actual contexto amerita una autocrítica ilustrada: últimamente no hemos contribuido a comprender nuestra sociedad. Nos hemos refugiado en escritorios de catedráticos y en blogs rejuvenecedores que complementan el narcicismo de estantes repletos de nuestros propios libros, que solo leerán los que quieren ser como nosotros, más intelectuales a quienes la realidad les seguirá (sobre)cogiendo.

Publicado en El Comercio, 12 de Julio del 2012.

2 Comments:

Anonymous lucho apaza said...

Jorobado, me quedo con una frase terrible pero que la realidad confirma: "las batallas por la memoria -ahora perdidas- han sido monopolizadas por el sector progresista; incapaz de proponer una narrativa transversal a ideologías y a estratos sociales, incluyente hacia la derecha y hacia abajo"... gracias a este gran error es que Movadef resurge aupado por jovenes, y gracias a este error Keiko Fujimori estuvo a un paso de gobernar el Perú con la misma pandilla de su padre. Ello evidencia el total fracaso de la "construcción de la memoria" que se ha intentado primero meidante la CVR y luego mediante el proceso a Fujimori. La "memoria" no ha resultado ser entonces una creencia colectivamente aceptada que trasciende clases y partidos, sino que se ha tornado en un discurso monopolizado por el antifujimorismo mas radical, que no conecta con las ideas que las mayorias nacionales han formado en estos ultimos veinte años sobre el tema SL-MRTA. Gracias por este análisis, pues lo que has dicho es el "elefante en la sala", lo recontra visible que nuestros intelectuales y analistas no quieren ver.

July 22, 2012 at 1:32 PM  
Anonymous Anonymous said...

los egresados de ciencias sociales, en mi caso de sociología, corremos el riesgo de transformarnos en eso que tanto criticamos, creo que las batallas por la memoria están confinadas en un entorno ongero y maniqueizado, los libros de la "cato" y sólo los entienden los gurus catedráticos, creo que lo que en las universidades no nos enseñan es la sencillez para tratar de llegar a esos objetos de estudio que son los "sujetos de a pie", acaso estamos tan encima o necesitamos tanta distancia de ellos para ser acuciosos en nuestras lecturas de la realidad? por ese camino terminaremos siendo The Big Bang Theory de las ciencias sociales, sólo que sin la chica bonita que es ás acertiva que el nerd.

August 16, 2012 at 1:40 PM  

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