Saturday, January 1, 2011

El antiaprismo

En teoría, el candidato presidencial oficialista de un gobierno que tuvo un buen desempeño tiene muchas probabilidades de ser elegido. Los ciudadanos reconocerían los méritos del gobierno y apostarían por quien representa más fidedignamente su continuidad. Siguiendo esta lógica, los electores sancionarían al candidato oficialista de un gobierno desastroso. Sin embargo, este razonamiento se quiebra al aplicarlo al caso peruano. Comparemos sólo los dos gobiernos de García. La actual administración ha sido de lejos mucho mejor que su primera gestión. El país en crecimiento, con mejoras en materia de inclusión, resulta un gran avance comparado con la hiperinflación más elevada de la historia. El nivel de conflictividad actual y los casos notorios de corrupción (el lado negativo de este gobierno) resultan comparativamente males menores a la luz de la guerra con Sendero y el MRTA y la corrupción partidaria del primer gobierno aprista. Entonces, ¿cómo se explica que el candidato presidencial aprista de 1990, Luis Alva Castro, heredero de un gobierno desastroso, obtuviera el 22% de las preferencias y estuviera a punto de pasar a la segunda vuelta si no fuera por el tsunami Fujimori? ¿Cómo se explica que la actual candidata oficialista Mercedes Aráoz no llegue a los dos dígitos en la intención de voto a su favor a pesar de representar los logros del gobierno saliente?

Alfonso Grados Bertorini me dijo en el 2002 que el mal del siglo XX peruano fue el antiaprismo. Esa animadversión apasionada de diversos sectores políticos y militares hacia el partido que fundara Haya de la Torre obstaculizó las incursiones sociales democratizadoras que representaba el APRA. Al final de la primera década del siglo XXI, ese antiaprismo se ha fusionado con una suerte de antialanismo, al punto de convertirse en un lastre pesadísimo que sólo el propio García puede cargar en una lid electoral. Aráoz, quien busca simbolizar el crecimiento y la honestidad del gobierno, termina heredando ambos "antis" que estigmatizan peyorativamente hasta algún mérito del gobierno que se niegan a reconocer públicamente. Un dirigente aprista confesaba a modo de reclamo: "Una cosa es ser corrupto, pero mucho peor es ser corrupto aprista; una cosa es ser ineficiente, pero mucho peor ser ineficiente aprista". De este modo, el adjetivo aprista se convierte en un insulto, en un mal en sí mismo, en el enemigo del país, en lo más repudiable de la política peruana. Pero, ¿es realmente así?

Aráoz lleva a cuestas al aprismo, pero sobre todo al antiaprismo. Se la grafica apresada por los pesos pesados apristas, cuando realmente lo está por esa cultura política GCU que exalta los defectos y es mezquina con las virtudes del APRA. Tendrá que luchar no sólo contra los demás candidatos, sino sobre todo contra el antiaprismo.

Publicado en Correo, el 1 de Enero del 2011.

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6 Comments:

Anonymous Anonymous said...

el antiaprismo esta justificado...si alguien te hace daño, lo por sobrevivencia...el antiaprismo no es mas que la concretizaci{on del deber de autoproteccion.

January 1, 2011 at 11:14 AM  
Anonymous lucho apaza said...

Jorobado, recuerda que el Perú es un país cuyo gobierno es excesivamente "presidencialista", haciendo enfasis en la conducta, gestos y actos del presidente, y no tanto del gobierno que lo acomaña. Ello es resultado de nuestra forma de "hacer politica" basada en las "alianzas sin partidos" que tan bien mostraste hace unas semanas...

Este rasgo explica que los vicios privados de Alejandro Toledo (como la ridiculez de regatearle la tarifa a una joven prostituta) sean mas visibles que sus obras publicas (salvo MiVivienda) y que el carisma picaro y popular de Fujimori compense en el imaginario popular a sus actos mafiosos en unión con Vladimiro Montesinos.

El "antiaprismo" de hoy tiene un fuetre contenido de "antialanismo" y no se parece al horror de nuestra vieja oligarquia de 1920-1950. Los peruanos solemos caracterizar a una admiistracion segun la persona que la dirige. Un Alan Garcia lleno de "ego colosal", desmesuradamente gordo (en contraste con el aspecto de Fujimori y Toledo), de iniciativas ridiculas (estilo "Olimpiadas Lima 2012"), soberbio ante las criticas ("pregunteme cosas postivas oiga"), reacio a iniciativas populacheras y demagogicas al gusto de las masas (la presencia de estas podria explicar el 22% del aprismo en 1990)... esos factores exlican sobradamente un antialanismo militante en nuestras masas.

Sumale eso al compadreo y amiguismo que caracterizan los casos de corrupción del aprismo actual, y tienes el resultado perfecto... Meche Araoz ya habra notado que tiene un curriculum mejor que el de Dilma Rouseff pero que su jefe Alan Garcia no tiene ni de lejos la popularidad y carisma de Lula...

January 2, 2011 at 9:13 AM  
Anonymous Dario Enriquez said...

Mas bien la no correspondencia entre los "logros economicos" del gobierno y la baja popularidad del partido tiene que ver con que el pueblo no reconoce ni a Garcia ni a Toledo como artifices del evidente progreso material que hay en el Peru (y que llega casi a todas las zonas urbanas del pais) sino a los cambios ejecutados por Fujimori y a la continuacion en los ultimos dos gobiernos gracias a equipos técnicos que NO tienen nada que ver con los "partidos" en el gobierno y que han sido una suerte de "fujimorismo sin fujimori"

January 2, 2011 at 6:50 PM  
Blogger relámpago said...

yo creo

que alan gan{o por ese aire de izquierda que ten{ia el apra en el pasado


recuerdo muy bien que

no hace mucho


mi pap{a dijo que prefería votar por alan
en lugar de toledo que representaba a la derecha
y eso fue en las elecciones en las que toledo ganó

luego mi papá dijo que votaría por humala poruqe alan representaba todo lo malo de la extrema derecha
y eso fue cinco años después

por eso pienso que las elecciones
en primera vuelta
las gana el interior del pais
al poner a dos candidatos que
no son favoritos en Lima
y
la segunda vuelta la gana Lima
al tener que elegir a uno de los candidatos que no ´tenía como favorito

y según las encuenstas (muy centralistas como siempre) el favorito es toledo

así que me animo a dejar los resultados así:
castañeda
humala
toledo

estamos hablando

chau


p.d.: qué es GCU?

January 3, 2011 at 9:06 AM  
Anonymous Anonymous said...

Me quedo con lo que dice Vasquez Kunse:

"No hay duda de que si el Perú vive una crisis profunda de autoridad es por esto. Cuando un “niño” desacata de esa forma la autoridad de un adulto y es secundado por los noveles votantes es que estamos mal. Ahora sé que este 2011 votaré por cualquiera que me hable de deberes y no de “derechos”. Y que entre el “progresismo” y el orden votaré por el orden. Porque si estos “niñitos” son el futuro: ¡Al Perú no lo salva nadie!!

January 4, 2011 at 2:32 PM  
Anonymous Anonymous said...

Muy interesantes los comentarios.
Creo que es cierto que Alan ganó por ser "izquierdista", muchos electores en el Perú efectivamente buscan una propuesta de "izquierda", no se hace muy explícito debido a la demonización de la izquierda (vincularlos con Sendero, con Velazco y culparlos de todos los males del Perú; etc.). Pero para mí esa es en buena parte la explicación de porqué gano Fujimori y LAC tuvo 22%, o porque ganó Villarán.
La esperanza que muchos tenemos de una "izquierdización" de la forma de gobernar por supuesto no implica en absoluto que se simpatice con Patria Roja y similares, porque la gente los identifica con los sindicatos, CGTP, marchas; etc., y esa no es la izquierda que se busca.
Por eso, un candidato opuesto a la "oligarquía" (o a lo que la gente identifica con oligarquía) siempre va a generar simpatías.
Así perdió MVLL por ser representante de las oligarquías, lo mismo luego Lourdes por ser la candidata de los ricos.
El APRA sólo ha mostrado hoy lo que es hace más de 80 años, el mayor defensor de la derecha, recordemos que ellos se aliaron con Odría, con De La Piedra, controlaban mafiosamente el sindicato de IPC, bloquearon la reforma agraria; etc. (Nelson Manrique lo describe muy bien). El tema es que ahora al electorado no le queda duda que el APRA es recontra derechista (además de corrupto) y por eso la candidatura de Meche no prende.
En los casos de Odría y Fujimori, fueron muy populares pues a pesar de ser "derechistas" hicieron mucha obra pública, dieron la imagen de eficientes, pero sobre todo porque sus imágenes (un cholo y un japonés) no cuadraban con el estereotipo que existía de RICO (creo que gracias a Dios también va desapareciendo el estereotipo falso de cholo=pobre, gringo=rico).

January 5, 2011 at 10:05 AM  

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