Saturday, October 16, 2010

¿Por quién votó el humalismo?

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 2006, el candidato presidencial Ollanta Humala obtuvo más del 65% de los votos válidos en 19 provincias, todas ellas ubicadas en 6 regiones (7 provincias en Cusco, 5 en Ayacucho, 3 en Arequipa, 2 en Apurímac, 1 en Huancavelica y 1 en Puno). ¿Hasta qué punto el Partido Nacionalista Peruano logró mantener o no estos bastiones electorales en las últimas elecciones regionales? ¿Hasta qué punto estas provincias "nacionalistas" del 2006 pueden continuar siéndolo en los próximos comicios presidenciales?

El PN ha reivindicado la victoria de su candidato regional en Cusco, Jorge Acurio. Efectivamente, Acurio es secretario general regional de dicho partido desde hace 3 años y desde la alcaldía de San Sebastián ha logrado un importante posicionamiento. Sin embargo, sólo logra imponerse en 4 de las 7 provincias donde el humalismo arrasó en el 2006. En La Convención, Anta y Acomayo es desplazado por otras fuerzas independientes. De las 7 provincias humalistas cusqueñas del 2006, sólo Paruro sería la más consolidada. Ahí Acurio sacó su votación más alta en la región y el PN obtuvo la alcaldía provincial. En Acomayo, Acurio obtuvo el 23%, quedando segundo, pero su candidato edil ganó con 37%. Si bien es cierto Cusco ha sido la región donde el nacionalismo ha mantenido significativa presencia, su victoria no ha sido categórica, a pesar de que se trata presumiblemente de su electorado cautivo.

El voto humalista del 2006 (inclusive en aquellas provincias donde estuvo concentrado y sería sólido) se desvanece ante la ausencia de candidaturas que podrían asumir el liderazgo radical a nivel regional. Las provincias humalistas ayacuchanas terminan dando su voto al fujimorista Neyra (La Mar y Parinacochas) y al empresario de Alianza Para el Progreso Oscorima (Cangallo, Huanta y Víctor Fajardo). En Arequipa, Caylloma, Condesuyos y La Unión votaron de modo apabullante por la reelección de Guillén; y Aymaraes y Cotabambas, en Apurímac, por Elías Segovia. Donde el humalismo no tuvo candidatos directamente vinculados a su proyecto, su voto se fue a cualquier lado, de acuerdo con el carisma de los candidatos regionales. Donde el humalismo lo tuvo (Cusco), ganó, pero no con la contundencia que merecían sus antecedentes en la región.

Es cierto que las elecciones generales responden a una dinámica propia y que el peso personal de las candidaturas presidenciales va a tener la principal influencia. Sin embargo, también es cierto que el voto radical, que en teoría Humala encarna, puede ser disputado tranquilamente por un voto clientelista, como lo podría representar el fujimorismo, inclusive en los propios bastiones del nacionalismo. Sin candidaturas parlamentarias que refuercen el proyecto nacionalista, el capital electoral del 2006 se difumina fácilmente. Nadie es outsider dos veces en la vida.

Publicado en Correo, 16 de Octubre del 2010.

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3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Efectivamente, un amigo de la maestría, que es de Ayacucho, me contaba que el apoyo a Humala obedecía a una lógica de que las elites provinciales necesitaban participación en la vida política nacional. En ese sentido, ninguno de los partidos políticos tradicionales les ofrecía tal cauce, y por ello apuntaron a Ollanta. No necesariamente por que tengan la misma idea que él, sino que era la única plataforma que pueden (podían) tener para esa meta. Cabe señalar que los partidos políticos son dirigidos por una cúpula que no se “re-genera”, sino que se enquista desde hace más de 10 años en el poder. Saludos Jorobado! Atte. César Cueva Gamero

October 16, 2010 at 11:58 AM  
Anonymous Dario Enriquez said...

Seguramente es cierto eso de que nadie es outsider dos veces
Pero Humala es el unico outsider que no gano, por lo tanto podria tener acceso a una "segunda" opcion
A mi me parece que ni por asomo a Humala puede darsele por vencido
Sigo pensando que mas bien con relativa facilidad, una vez empiece la parte final de la campanha, podria ubicarse en la segunda vuelta

October 19, 2010 at 1:49 PM  
Anonymous lucho apaza said...

Tal vez se pueda definir que el liderazgo de Humala se deba a una contingencia, no significa adhesión plena, ni siquiera a veces simpatía, sino también una opción "menos mala" al costado de alternativas como movimientos locales de poca monta o fujimoristas.
Obvio, si se trata de elecciones de contenido fuertemente localista (regionales y municipales hace rato perdieron su rasgo "politico") entonces el triunfo no depende de que partido "a nivel nacional" te apoya... por eso me parece acertado decir que Humala, si bien encarno el enojo contra el "sistema" el 2006, no encarna un "proyecto" sino solo un carisma. Aun asi tiene ventaja: es el unico "antisistema" que puede formar un partido de alcance nacional y tiene el recuerdo de una buena performance reciente (2006) de la cual muchos pueden colgarse.

October 31, 2010 at 8:50 PM  

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